Las tarjetas amarillas que vieron el sábado en Mallorca Aitor Sanz y Raúl Cámara elevan a siete el número de futbolistas blanquiazules que están advertidos de suspensión si ven una próxima cartulina.

No es frecuente la situación que se ha generado en las últimas semanas, en especial desde que Vitolo fue expulsado en el túnel de vestuarios al final del encuentro ante el Real Zaragoza en el Heliodoro, circunstancia que acarreó que el medio centro de Valleseco no pudiera descargar las cuatro amarillas que ya tenía. A Vitolo, que no pudo jugar en Vitoria y sigue advertido, se le unió el sábado su compañero de línea, Aitor Sanz, inmerso ya en el tercer ciclo de amonestaciones, o sea, que vio en el partido de Mallorca su décimo cuarta tarjeta amarilla de la temporada. Vitolo y Sanz han compartido ya esta amenaza, la de estar los dos al borde de la suspensión. Para Raúl Agné no es una situación cómoda porque existe la posibilidad de quedarse sin ambos el mismo día.

Hay otras líneas del equipo seriamente amenazadas, como la defensa, en la que tiene con cuatro amarillas a Carlos Ruiz y Raúl Cámara. Uno de sus teóricos recambios, Hugo Álvarez, tiene tres amarillas, las mismas que Suso.

Más adelante en el terreno de juego, Cristo Martín es el único volante de ataque que podría perderse un partido por tarjetas. El problema es que a él se suman Aridane y Diego Ifrán, los dos al borde del descanso obligado por amonestaciones.

En total, siete futbolistas condicionados por la posibilidad de quedarse fuera de una alineación, una circunstancia que condiciona el rendimiento de los jugadores afectados.

El Tenerife es un equipo proclive a las tarjetas, de hecho tiene a cuatro jugadores ya en el segundo ciclo y a uno en el tercero, no puede hacer ninguna concesión en los próximos encuentros, por lo que esta anómala situación cobra una importancia especial pensando en los compromisos fuera de casa ante rivales directos, como el Racing de Santander y el Sabadell.