La Guardia Nacional de Maryland (EE.UU.) pidió hoy hasta 5.000 agentes más y la Policía estatal otros 500 agentes adicionales para controlar las protestas violentas en Baltimore tras el funeral por un joven negro que murió después de sufrir heridas durante su detención.

En una rueda de prensa conjunta, responsables de ambos cuerpos de las fuerzas de seguridad anunciaron sendas peticiones de apoyo, mientras el gobernador de Maryland, Larry Hogan, aseguró que la movilización de la Guardia Nacional es "el último recurso para restaurar el orden".

El último balance policial cifró en 27 los detenidos durante las protestas de hoy en Baltimore, además de 15 agentes de policía heridos, dos de los cuales permanecen hospitalizados.

También se han registrado múltiples destrozos materiales como la quema de vehículos, de una tienda y de un edificio en construcción, así como saqueos en varios comercios.

El gobernador republicano, que hoy declaró el estado de emergencia en Baltimore, explicó que ha estado "en contacto" con el presidente de EE.UU., Barack Obama, para tratar sobre la situación en la ciudad.

En un comunicado, la fiscal general de EE.UU., Loretta Lynch, quien también habló de los disturbios con Obama, urgió a la población a "adherirse a los principios de la no violencia", y recordó que el departamento de Justicia y el FBI llevan a cabo una investigación sobre la muerte del joven negro que desencadenó las protestas.

"Condeno los actos de violencia sin sentido que algunos individuos llevan a cabo en Baltimore, y en los que han sido heridos agentes, propiedades destrozadas y se ha roto la paz en la ciudad", indicó Lynch.

Por su parte, la alcaldesa de la localidad, Stephanie Rawlings-Blake, declaró hoy un toque de queda en la ciudad que se empezará a aplicar a partir de las 10 de la noche del martes y que se prolongará durante una semana.

El origen de la protesta es la muerte de Freddie Gray, de 25 años, quien sufrió un golpe en la espalda cuando la Policía de Baltimore procedía a su detención el 12 de abril y pese a que solicitó asistencia médica nunca le fue otorgada.

Una semana después, el 19 de abril, Gray falleció en el hospital debido a la herida.

Hoy tuvo lugar en Baltimore el funeral del joven, al que asistieron miles de personas y que transcurrió de forma pacífica, pero cuando concluyó se desencadenaron protestas violentas que se expandieron por gran parte de la ciudad.

Este nuevo caso ha reabierto las heridas en la comunidad negra, que, tras la muerte de Michael Brown en Ferguson (Misuri) el pasado mes de agosto, denuncia que existe un notorio uso desproporcionado de la fuerza por parte de los policías con la población negra.