Aunque Los Sabandeños nacieron de manera oficial en 1966 en la Punta del Hidalgo, lo cierto es que los pilares del grupo estaban siendo apuntalados poco tiempo antes en la población costera, tal vez en el refugio del Roquete, por sus creadores Quique Martín y Elfidio Alonso, un tándem que alentó el despertar del folclore canario, aletargado en las manos del régimen a través de los Coros y Danzas de la Sección Femenina y sus recatados bombachos como signo inequívoco de la cultura franquista. No ha sido fácil el largo trayecto realizado durante estos cincuenta años. Para llegar hasta aquí han tenido que superar tres graves crisis, solventadas por la perseverancia y el trabajo diario, norte que siempre ha manifestado Elfidio. Ahora, en 2015, llega la conmemoración del origen de este referente musical con una serie de actos que fueron presentados hace unos días.

Es casi imposible encontrar en el panorama musical el ejemplo de Los Sabandeños como grupo numeroso y compacto. Conciertos y recitales por Canarias, España y diversos continentes, reunidos en setenta discos con dos millones de copias, es el resultado de la concordia efectiva entre veinte o treinta personas fusionadas en torno a la música, aval incuestionable para iniciar este cincuentenario con más de cuarenta conciertos confirmados, gira peninsular, edición de "Atlántico" -su nuevo disco-, publicación de la revista Sabanda Folk, actividades culturales en la Casa Museo Sabandeños, espectáculo "50 años de Música Popular", basado en los éxitos que el grupo ha recogido durante estas cinco décadas, concierto en julio junto a la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid, dirigida por Víctor Pablo Pérez, actuaciones en todas las Islas de nuestro Archipiélago que comenzarán mañana, jueves, a las nueve de la noche en la plaza de la Candelaria, invitados por el Ayuntamiento de Santa Cruz, con un recital dentro del programa de las fiestas fundacionales de la ciudad. También, este próximo sábado 2 de mayo, otro encuentro musical en la Punta del Hidalgo... Entre acto y acto se llegará a febrero de 2016, mes en el que tendrá lugar el colofón con un concierto en el exterior del Ateneo de La Laguna, entidad que acogió en aquellos primeros años la grabación de su primer disco, "Folías parranderas", para el sello chicharrero "Tam-Tam", del inolvidable Paco Padrón, sin relegar ese encuentro anual y entrañable que Los Sabandeños organizan en la plaza del Cristo, dentro de las fiestas de septiembre, y que este año alcanzará la 37 edición contando, según informan tanto Elfidio como Benito Cabrera, con la compañía y las voces de Pedro Guerra, Soledad Giménez, Celso Albelo, Luis Eduardo Aute, Kepa Junkera y María Dolores Pradera.

Es improbable que en el mundo musical, al menos en el español, se haya producido un hecho como el que, en la década de los setenta del pasado siglo, pudo comprobarse en la Clasificación del Disco, programa elaborado en Canarias y transmitido en el ámbito nacional por Radio 1, Radio 3 y Radio Exterior de España, así como publicada por EL DÍA semanalmente. Los Sabandeños consiguieron situar en el número uno la isa "De La Esperanza a Taganana". Lo insólito: el conjunto tinerfeño se codeó con los artistas internacionales más populares del momento. Folk y pop juntos.

La guinda la ha propuesto el Cabildo tinerfeño para la concesión a Los Sabandeños de los Premios Princesa de Asturias 2015. Sería un extraordinario remate a cinco décadas de actividades artísticas ininterrumpidas, en las que un grupo de amigos ha contribuido, en diversos escenarios internacionales, a que la identidad canaria sea reconocida con un soporte de gran calidad musical, forjado en un pequeño y bello rincón de la Isla.

Anaga podría ser declarada Reserva de la Biosfera, un espacio natural protegido de indudable belleza y de una riqueza natural fuera de toda duda. Cualquiera que se adentre en el Macizo de Anaga quedará fascinado con el paisaje que se abre ante sus ojos; hierven los sentidos y se palpa la tranquilidad y el misterio de un lugar mágico.

Sólo cuando se mira con los ojos de alguien medianamente interesado por su flora y fauna es cuando surgen los peros. Anaga, y concretamente su zona de monteverde, está siendo asfixiada literalmente por varias especies foráneas que impiden la reproducción de las plantas de sotobosque propias de este ecosistema. Se ha dejado tanto de la mano esta invasión que una de estas especies tipo enredadera ya cubre troncos enteros, creando lianas y alfombras en grandes extensiones de suelo, sin que hasta ahora se haya hecho acción material alguna para erradicar dicha amenaza.

En gran parte de los bordes de las carreteras la flora autóctona del lugar está retrocediendo, degradándose el espacio, perdiendo este calidad y cantidad en las especies propias del monteverde.

No se entiende que teniendo estos espacios planes para su protección y conservación, te llegues a encontrar un geranio de jardín dentro de un espacio protegido como El Pijaral, catalogado como Reserva Natural Integral dentro del propio parque, para la preservación entre otros valores de varias especies raras o amenazadas..., y donde las invasoras campan a sus anchas.

No cabe duda de que nuestros espacios protegidos no se protegen por sí solos, necesitan del mimo y de la atención del que hoy en día carecen; de nada servirán los títulos que puedan concederles si su conservación no es la que se merecen.

Entendiendo que se trata de un parque rural donde coexiste la acción humana con la naturaleza y que esto influye en la entrada de especies no deseadas, no es menos cierto que desde las instituciones se debe de poner todos los medios necesarios para mejorar la calidad en la conservación. La creación de puestos de trabajo en torno a esta conservación es una asignatura pendiente, y esta no debería de ser temporal, sino continua en el tiempo para que logre los efectos deseados.

*Candidata de ANC al Cabildo de Tenerife

No deben exceder de 20 líneas y se identificarán con el nombre, domicilio, DNI y teléfono del autor. EL DÍA se reserva el derecho de extractar los textos. No se informará por escrito ni por teléfono sobre las cartas recibidas.

Cartas al director