Ricardo León sigue avanzando en la lista de jugadores del Tenerife con más partidos disputados en Liga. El pasado domingo, en la visita a Son Moix, el centrocampista llegó a su encuentro número 221 y adelantó a Julio Alonso Arribas, más conocido como Julito, el máximo goleador en la historia del club, con 107 tantos anotados entre las campañas 1954/1955 y 1961/1962.

Con este paso, el realejero se situó en el puesto undécimo de la relación de blanquiazules con una mayor participación en los campeonatos ligueros. Para entrar en el "top-ten" no le bastará con intervenir en los siete encuentros que restan del actual ejercicio, ya que, si no se pierde ninguna cita, finalizará el curso 14/15 con 228 partidos y se quedará a uno de Villar, que perteneció al representativo durante nueve temporadas, desde la 1954/55 a la 62/63, con una breve etapa Las Palmas. Por tanto, tendría que ganarse la renovación del contrato para prosperar entre los legendarios.

De momento, tras rebasar esta temporada a Manolo (206), Salvador (207), Chalo (207), Padrón (208), Lesmes (214) y Julito (220), ya forma parte de del "once" histórico del Tenerife, una alineación de todos los tiempos en la que Ricardo no es el único futbolista en activo, ya que en ese conjunto también aparece Sergio Aragoneses (262 partidos), que fichó el pasado verano por el CD Marino.

Además del portero gallego, en ese equipo hay tres defensas, Alberto Molina (371), Julio Llorente (233) y Toño Hernández (328); seis centrocampistas, José Reyes "Pepito" (264), David Amaral (254), Chano (249), Justo Gilberto (243), Santiago Villar (229) y el citado Ricardo (221); y un mediapunta, Felipe (310).

El dorsal "18" del plantel que entrena Raúl Agné coincide en esta formación histórica con el técnico que le dio la oportunidad de debutar como profesional, David Amaral. El 28 de enero de 2006, el entrenador ariquense incluyó a Ricardo en una alineación del Tenerife por primera vez. Los blanquiazules visitaron aquel día el Nástic de Tarragona. A partir de ahí, León compitió con regularidad y, entre otras cosas, vivió el ascenso a Primera de 2009, la posterior temporada en la máxima categoría y los dos descensos consecutivos con la Segunda B como último escalón. Fue entonces cuando cerró su primera etapa en la entidad insular, a la que regresó en 2013 tras dos temporadas en el Sporting de Gi-jón. En total, 221 partidos como tinerfeñista -cifra que habría sido mayor si no hubiera sufrido una lesión muscular a comienzos de febrero que lo mantuvo apartado de la Liga durante casi dos meses- y ocho goles, la mitad de esos tantos aportados en el curso pasado. Además, es el futbolista que más derbis canarios ha disputado, diez. Al repasar este recorrido, no duda a la hora de elegir su mejor tarde con el Tenerife; y también la más triste. "Me quedo con el partido con el Osasuna en la segunda jornada de la temporada del regreso a Primera. Le di una asistencia a Nino y marqué. Se dieron todos los ingredientes para que fuera un día satisfactorio. Y el peor recuerdo fue cuando se consumó el descenso del equipo a Segunda B, en una visita de la Ponferradina a la Isla, unida a la derrota en Las Palmas poco después".