Tenerife B y CD Mensajero juegan esta noche, a partir de las 20:30 horas, en el Estadio la gran final de la 65ª edición de la Copa Heliodoro Rodríguez. Será un partido cargado de alicientes, deportivos, por lo que supone adjudicarse este título que corona al mejor equipo del fútbol provincial, y económicos, por el premio que se concede al ganador de la gran final. El que logre el título se llevará seis mil euros y el derrotado, tres mil.

Se trata de uno de los mejores partidos posibles entre dos de los equipos que mejor fútbol practican y que más calidad individual reúnen en sus filas. El Tenerife B, que ha realizado una temporada irregular, atenuada por los cambios constantes en su plantilla, al servicio de las peticiones del primer equipo, podrá contar esta noche con los mejores, entre los que hay que contar a los futbolistas que ya han tenido presencia con los profesionales, como Carlos Abad-Hernández, en la portería, Jorge Sáenz; en el eje de la defensa; Cristo González, en la media punta; Víctor, en la banda izquierda ofensiva, o Cristo Díaz, en el medio centro. A ellos hay que sumar a los Nahuel, Younousse o Nabdij. De hecho, ayer Agné liberó a los jugadores que intervendrán hoy a los que hizo más corta la sesión de entrenamiento con los mayores. De Diego no podrá alinear esta tarde a Santi, que fue expulsado en semifinales ante el Vera, ni con Omar Perdomo, inscrito fuera de plazo.

Enfrente estará el líder del Grupo Canario de Tercera, el equipo más regular, el que menos goles encaja, el que puede ser equipo de Segunda División B superando una sola eliminatoria. El potencial de los rojinegros se basa en su estructura de equipo, el equilibrio y la solidez que ya mostró la pasada temporada hasta que fue inexplicablemente goleado en Astorga, a un paso del ascenso, y se completa con la capacidad de sus grandes delanteros. Es un privilegio para cualquier escuadra contar con dos puntas como Yeray y Dani López. Dos futbolistas con categoría para jugar en una división superior, de características complementarias, porque conjugan velocidad y potencia y porque ambos tienen una gran virtud para hacer goles en cualquier situación. Una pareja explosiva capaz de desequilibrar cualquier partido, también a través de la gran calidad de Yeray en la definición en las faltas cercanas al área. Por detrás están bien protegidos con elementos de buenas prestaciones como Vianney, Rayco o Vianney e Iray. El Mensajero es un equipazo, compacto, muy trabajado y con gran calidad en la zona donde se deciden los partidos. Su entrenador, Miguel Cid ha contado con el meta Neftalí en la Copa, de manera que cumple con la normativa de alinear a dos jugadores sub''21. El otro es Víctor Lorenzo, hijo de Jorge Lorenzo, uno de los gemelos que hicieron historia en varios equipos palmeros.

Con estos elementos, lo normal es ver un partido, igualado, competido, en el que no hay favorito a priori porque la Liga no es una referencia para un choque en el que se junta tanta calidad y que se reduce a 90 minutos, que pueden acabar siendo 120. Entre los factores que pueden influir en el desenlace de esta final está la superficie del terreno de juego. Los mensajeristas juegan sobre césped artificial, mientras que el Tenerife B entrena y juega sobre hierba natural y eso puede ayudar a sus jugadores a aguantar más la frescura en las piernas, sobre todo si el partido se va a la prórroga. Además, hay varios elementos de los que pondrá en escena hoy Quico de Diego, que entrenan habitualmente con el primer equipo, a un ritmo mayor.

El árbitro, para quién esta final también es un premio a su gran temporada, es Tanausú de la Rosa Ramón, de la Delegación Sur. Dirige en Preferente tras su paso por la Tercera División. Le asistirán en las bandas Fermín Rodríguez Martín, de La Gomera, y Jonay Pérez Pérez, de Tacoronte. El cuarto árbitro será Sergio Llanos.