El mamotreto la volvió a liar en el pleno. En una vuelta de tuerca inesperada y sin precedentes, el Partido Popular (PP) y Coalición Canaria (CC) tumbaron la moción de Ciudadanos de Santa Cruz que pedía el derribo del mamotreto antes de que se votara.

El inicio de esta retirada fue el anuncio previo de Guillermo Guigou de que estaba terminando de redactar una demanda penal para acusar de desobediencia y prevaricación a los concejales que votaran en contra de su moción, que pedía el "derribo total del mamotreto", en cumplimiento de la sentencia firme.

Manuel Fernández, edil del PP, aclaró que "la voluntad política del PP es mantener un edificio que nos ha costado más de 10 millones de euros", sin embargo, anunció que se iban a abstener. "Me siento coaccionado a la hora de poder votar esta moción", dijo, en relación a la amenaza de denuncia penal de Ciudadanos.

Por este motivo, propuso que los Servicios Jurídicos hicieran un informe en el que se aclarara en qué responsabilidades incurriría si votaban en contra y que, se dejara la moción sobre la mesa para que fuera al Pleno extraordinario con dicho informe.

Guigou se negó. Como también rechazó un acuerdo transaccional propuesto por el PSOE y que le parecía bien a Coalición Canaria (que llevaba otra moción sobre el mamotreto al Pleno de ayer).

Visto lo visto, el cálculo de la votación eran nueve votos a favor (cuatro del grupo mixto más cinco del PSOE, que ya voto una vez a favor de una moción de Guigou para tirar el mamotreto); 9 abstenciones (PP), y 9 en contra. Un empate técnico que solo podía resolverse con el voto de calidad de alcalde, que le dejaría en una posición vulnerable en una posible demanda.

Así, José Manuel Bermúdez tomó la palabra para aclarar que todavía estaban en la fase de ejecución de la sentencia, pero no habían "llegado al final". Además, recalcó que votar a favor de la moción de Ciudadanos no era "acatar la sentencia sino la moción de un partido político", con la amenaza añadida de una demanda penal. "Quiere desgastar la imagen política del alcalde buscando un titular". Bermúdez solicitó un receso para ver si era factible que los Servicios Jurídicos emitieran el informe pedido por el PP.

A la vuelta, el secretario leyó el artículo 92.1 del Reglamento de Funcionamiento de Entidades Locales: "Cualquier concejal podrá pedir, durante el debate, la retirada de algún expediente incluido en el orden del día, a efecto de que se incorporen al mismo documentos o informes y también que el expediente quede sobre la mesa, aplazándose su discusión para la siguiente sesión. En ambos casos, la petición será votada, tras terminar el debate y antes de proceder a la votación sobre el fondo del asunto. Si la mayoría simple votase a favor de la petición no habrá lugar a votar la propuesta de acuerdo".

PP y CC votaron a favor de retirarla, ante la indignación de los concejales del grupo mixto que repetían una y otra vez que este artículo se refería a expedientes, no a mociones. Guigou se marchó del Pleno manteniendo las acciones legales por el cambalache y sólo volvió, sobre las cinco y media, para debatir la moción de CC sobre el mamotreto.

CC sustituyó su texto por la transaccional del PSOE que acordaba "acatar con la máxima diligencia [...] de las sentencias firmes [...]", pero Sí se Puede volvió a rizar el rizo haciendo una enmienda a la totalidad que sustituyera este texto por el de la moción de Guigou. Propuesta que no aceptó PP. Al final, Guiguo reiteró su intención de formalizar una denuncia por prevaricación y por vulnerar los derechos fundamentales de un concejal al menos contra el alcalde. Lo que aleja el final de la saga "derribemos el mamotreto" un poco más.