Esa primera impresión que provoca la estampa desangelada de la apenas veintena de carpas alineadas en un costado del paseo Domingo Pérez Minik -¡ay, si el viejo intelectual levantara cabeza!- representan el único exponente de la XXVII edición de la Feria del Libro de Santa Cruz de Tenerife, que hasta el 4 de mayo comparte espacio y tiempo en el parque García Sanabria con la muestra de flores y plantas.

Acaso esta "portada" ilustre el estado de crisis que atraviesa el sector editorial, visible públicamente. Los recortes presupuestarios afectan a la industria cultural, protagonista malparada, de ahí que estas citas sean posibles, a duras penas, por el apoyo de escuálidas instituciones públicas y, sobre todo, el compromiso de entidades financieras, caso de la Fundación La Caixa.

En la mañana de ayer, el acto de apertura estuvo casi vacío de contenidos. El director general de Cooperación y Patrimonio Cultural, Aurelio González, lanzó un canto idílico sobre potenciar el hábito de la lectura.

La presidenta de la Asociciación de Libreros de la provincia tinerfeña, Remedios Sosa, destacó los apoyos económicos y se refirió a la feria como una "fiesta", mientras con la letra pequeña se quejaba de ciertos detalles de organización.

El consejero del Cabildo Cristóbal de la Rosa señaló la oportunidad que supone generar a través de la lectura una masa social crítica y el escritor canario Fernando Delgado, la figura elegida como personaje central, recordó su juventud en la Isla y subrayó la necesidad de crear lectores, "porque sin público, sin consumidores de libros", esta historia se desvanece. La conclusión: hay que ir al encuentro de los públicos.

Mientras tanto, algunos autores, los más noveles, deambulaban ansiosos por mostrarse a los lectores que ayer, tan de mañana, vagaban sin rumbo fijo. Los libreros amontonaban tongas de ejemplares, reclamo para la compra, y en destacadas imágenes, tamaño póster, lucían los autores privilegiados. Los editores, más anónimos, se afanaban en pronósticos, quizá calculando hipotéticos porcentajes de venta y niveles de asistencia para el fin de semana.