Raúl Cámara avisa de que el objetivo que persigue el Tenerife, el de seguir en Segunda, "estará caro" y que el camino "será duro", pero está convencido de que el equipo logrará cruzar la meta a tiempo. "Tenemos que estar tranquilos; las sensaciones son buenas", afirma.

En cuatro jornadas, el Tenerife ha pasado de tener un margen de ocho puntos con el decimonoveno a contar solo con tres de diferencia. ¿Cuesta asimilar ese retroceso?

Cuando tuvimos la buena racha y nos alejamos de los puestos de abajo, ya éramos conscientes de que nos acabaría llegando una serie de resultados no tan positiva. Pero si somos objetivos, veremos que se trata de una mala racha en cuanto a puntos, pero no en cuanto a juego y trabajo, porque el equipo está dando buenas sensaciones a pesar de no haber sumado todos los puntos que nos habría gustado. Creo que en casa hemos merecido mejores resultados y que en los dos últimos partidos a domicilio no habría sido nada raro empatar. En definitiva, la línea está siendo buena, pero nos ha penalizado no haber ganado al Llagostera hace dos jornadas. De todas formas, hay que seguir. Nadie dijo que iba a ser fácil asegurar la permanencia. Ya comenté en su día que todos los equipos se iban a agarrar con uñas y dientes a sus objetivos, y el nuestro va a estar caro. Pero tenemos que estar tranquilos, porque la línea está siendo buena y el equipo ofrece buenas sensaciones, compite bien y no le pierde la cara a los partidos, salvo en momentos puntuales.

¿La clave está en ser fuertes?

El equipo ya ha demostrado ser fuerte. Hemos superado situaciones difíciles. Nos hemos caído y nos hemos levantado, y hemos llegado a estar mucho peor y salimos adelante. Hay que tener la cabeza fría y saber que la situación es difícil, pero pienso que todos habríamos firmado estar así cuando nos encontramos en los puestos de descenso hace un par de meses. Si seguimos siendo solventes en casa y ganamos el domingo, a lo mejor volvemos a despegarnos y cogemos un poco más de oxígeno. Ese es nuestro objetivo: romper la mala racha, volver a ganar en casa y seguir jornada a jornada, sabiendo que va a ser duro y difícil. Pero estamos mentalmente preparados para asumir este reto.

¿Qué les diría a los tinerfeñistas que están más preocupados?

Que va a ser duro. El equipo tiene capacidad de sufrimiento y se ha levantado en situaciones peores durante toda la temporada. Y será más fácil si estamos todos unidos y recibimos el apoyo de la gente. Por nuestra parte, el equipo siempre se deja el alma. Si algo nos caracteriza es que somos un conjunto de luchadores y de jugadores comprometidos. Pelearemos hasta el final y estoy seguro de que juntos lo conseguiremos. Eso sí, ojalá no sea con mucho sufrimiento.

¿Qué trascendencia le da al encuentro con el Lugo?

Hay que ganar. Somos conscientes de que será importantísimo, como lo fue el que jugamos ante el Llagostera. Haremos todo lo posible para sumar los tres puntos, pero estamos hablando de fútbol y tampoco nos podemos volver locos. Estamos mentalizados para ganar y hemos entrenado muy bien esta semana. Vamos a intentar conseguir los tres puntos, y si no, al menos uno, porque nunca sabes si al final acabarás dando por bueno un empate. Pero iremos a por el triunfo y necesitaremos el apoyo de la gente y sentirnos arropados en casa, como en los últimos partidos. Ojalá asistan muchos espectadores, porque estamos en un momento de la temporada en el que todo el mundo se lo juega todo.

¿Es un alivio jugar en casa?

Lo es, pero para cualquier equipo. Salvo a los de arriba, a los demás nos está costando mucho ganar fuera porque hay bastante igualdad y el factor campo es fundamental. La racha a domicilio no está siendo todo lo buena que nos habría gustado en cuanto a puntos, pero las sensaciones no son malas. En pocos partidos hemos sido inferiores a los rivales.

¿Al Tenerife le viene bien enfrentarse a un rival como el Lugo, con un estilo tan definido?

Quizás. Si el equipo sale al campo enchufado y juega con intensidad, agresividad y ganas de robar, nos vendrá muy bien tener delante a un rival de este tipo, porque nosotros tenemos velocidad arriba. Ya se ha visto que nos ha costado más ante equipos que se encierran y proponen menos que ante otros que quieren jugar, como Valladolid o Las Palmas. Pero si no salimos al 120 por cien y con ganas de sufrir y presionar, será más difícil, porque al Lugo le gusta tener el balón y habrá fases en las que perderemos la posesión. En cualquier caso, hemos trabajado bien durante esta semana y sabemos qué armas tiene el rival.

¿Le preocupa algo?

Nunca se sabe. En un partido puede pasar de todo. Intentaremos minimizar las posibilidades de que se nos ponga en contra. Tenemos que estar preparados para cualquier cosa, pero nos hemos mentalizado para ganar. Luego, si surge alguna adversidad, intentaremos sobreponernos.

Está a una tarjeta amarilla de ser sancionado con una jornada de suspensión. ¿Le molesta haber recibido la última por discutir con un futbolista del Real Mallorca?

Quiero aclarar que no agredí a nadie. Solo recriminé a un jugador porque estaba perdiendo tiempo y, encima, se estaba riendo. Pero luego vino alguien del Mallorca a empujarme. No quise ninguna bronca, sino acelerar un poco el partido porque estábamos perdiendo. De todos modos, son situaciones que se dan en el fútbol y que no siempre se pueden evitar. Tengo cuatro tarjetas y cuando tenga que venir la quinta, que venga. Lo importante es que el equipo gane partidos.