La manifestación del Primero de Mayo duró relativamente poco este año en la capital tinerfeña. Comenzó pasadas las 12 horas con casi 45 minutos de retraso en la plaza Weyler y acabó 55 minutos después en la plaza del Príncipe con la tradicional lectura del manifiesto tras un recorrido que incluyó parte de la calle Méndez Núñez y la de El Pilar. Desde el mismo inicio hasta el final quedó muy claro que allí no estaban todos a una, pese a que la idea era trasmitir la sensación de unidad.

Nada más comenzar la manifestación, los autodenominados "rebeldes" de CCOO Canarias -provenientes en su mayor parte del área de Servicios y Hostelería-, se quedaron en la plaza Weyler mientras sus propios compañeros de organización salían de allí en la cabecera en un bloque compacto junto a los de UGT.

Los que se quedaron atrás parecían ser, al menos, tantos como el bloque oficialista de CCOO Canarias más los de UGT. Tras ellos dos, desfiló Intersindical Canaria, Podemos Tenerife, Sí Se Puede, Juventud Revolucionaria, Alternativa SOC, el Partido Comunista del Pueblo Canario, Izquierda Unida Canaria, Recortes Cero, el sindicato de los estibadores y una reducida agrupación bajo el lema "Queremos playas limpias". Al finalizar, fueron CCOO y UGT quienes leyeron el manifiesto en su propio nombre -dos veces corrigieron para incluir al resto de los sindicatos- en un discurso salpicado de datos nacionales -tasa de paro, pobreza, y otros- pero sin alusiones expresas a los de Canarias.

Como habían anunciado, la reivindicación de la libertad sindical, el empleo digno y las críticas a la desigualdad y la precariedad fueron el centro de un mensaje que negó que la crisis haya llegado a su final. Antes de acabar, debieron elevar el tono para competir con un piquete de Juventud Revolucionaria que coreaba "CCOO y UGT, sindicatos del poder" de frente a esas dos organizaciones -y tras participar en la misma manifestación-. Como es habitual, los datos de participación de unos y otros no coinciden. La Delegación del Gobierno de Canarias cifra en 1.700 los asistentes al acto de la capital tinerfeña, que fueron 2.000 para CCOO. En la capital grancanaria participaron 6.000 personas para el sindicato, que el Gobierno limita a 1.500.