El Gipuzkoa Basket afronta con la visita del Iberostar Tenerife uno de sus partidos más importante de la temporada ya que de no ganar igualaría en el final de la Liga Endesa con Bruixa D''Or Manresa en puestos de descenso.

Es una jornada clave porque, al enfrentarse cuatro de los cinco últimos clasificados entre ellos, los de San Sebastián tienen una inmejorable opción para dejar encarrilada la permanencia si no fallan.

Los donostiarras acuden a este partido en su peor momento, acumulan una racha de seis derrotas y las sensaciones que desprende su defensa, su gran virtud en la primera vuelta, son muy negativas.

No obstante, el entrenador, Jaume Ponsarnau, recalca que el GBC depende exclusivamente de sí mismo, un lujo para uno de los presupuestos más bajos de la categoría que ha tenido que afrontar además la escapada de su americano en el momento decisivo de la liga.

El Iberostar Tenerife, que se juega seguir con vida en la lucha por entrar en los play off por el título, no ha ganado nunca en San Sebastián y el equipo donostiarra se ha mostrado siempre como un conjunto incómodo para su baloncesto.

Los problemas del mejor jugador del Gipuzkoa Basket, Dani Díez, que no termina de superar un proceso infeccioso, pueden debilitar el juego local, máxime cuando depende en la anotación de un pequeño grupos de jugadores, entre ellos el madrileño.

David Doblas, en la pintura, vuelve a ser el factor determinante para los vascos porque si el pívot cántabro luce su mejor juego, la victoria puede estar más cerca.