Dos horas antes de comenzar las función inaugural del pasado jueves, ya había gente en las escaleras del Reloj de Flores del parque García Sanabria a la espera de la cita anual en las Fiestas de Mayo con Gorgorito y el resto de los personajes de la Compañía de Maese Villarejo. A sus 65 años, el principal protagonista de este espectáculo de títeres -artesanal y de completa autoproducción, desde el atrezzo a los guiones de 35 cuentos- mantiene su mentalidad de niño de 7. En esta entrevista exclusiva con EL DÍA, que contemplan orgullosos sus "hermanos" Juan y Mónica (hijos del fundador y Pepita Quintero), asegura: "Vendré a Santa Cruz como los últimos 61 años (desde 1954) siempre que mis amiguitos quieran y, por lo que veo, quieren".

"Yo nací en Madrid -recuerda- y mi papá fue Maese Villarejo, pero he ido por tantos sitios que soy un poquito de todo el mundo". Un niño de madera que no crece: "Obviamente, soy un muñeco. Aquí en el parque veo amiguitos nuevos y otros de siempre con barba, canas y pantalón largo. En Tafalla (Navarra) fui la sorpresa hace poco en el cumpleaños de un amiguito de... 60 años".

"Tenenos las aventuras de siempre y otras de estreno", dice Gorgorito, que presenta a "mi amiga Rosalinda, al Ogro y a la Bruja", más los nuevos como "el Ratoncito Pérez o el Caballito Valiente".

Gorgorito no se ve violento porque "solo uso la estaca (la de siempre, con su peculiar ruido) cuando Dientes Largos (el Ogro) o Ciriaca (La Bruja) se portan mal. De resto, les dejo vivir su vida". Está orgulloso de ser un títere "pero tengo personalidad. Tanta que en muchos sitios a las marionetas las llaman con mi nombre y eso me llena de orgullo".

Al son del himno "Té, té, té, chocolate y café", grandes y chicos se lo pasan en grande estos días un mayo más en el parque. Y que dure.