El embajador de Francia en España, Jérôme Bonnafont, vivió ayer una intensa jornada de visita oficial a la isla que inició por la mañana en la capital y tuvo continuidad por la tarde en El Teide.

En el Ayuntamiento capitalino, el alcalde recibió al diplomático galo, quien estuvo acompañado, entre otros, por el cónsul en Santa Cruz, Francisco de Esteban. Bermúdez le entregó un obsequio y Bonnafont firmó el Libro de Oro.

Más tarde, la delegación gala estuvo en Capitanía, en el Cabildo para departir con su presidente, Carlos Alonso, y en el liceo francés Jules Verne. El consulado, en la calle Robayna, acogió luego un agasajo en forma de cóctel. Ya por la tarde, el diplomático visitó el observatorio de El Teide. Bonnafont regresará hoy a Madrid.

"Un programa denso e interesante", según el embajador, que dio "las gracias a autoridades y empresarios". Valoró el "buen funcionamiento del Liceo" y adelantó que volverá "después de las elecciones para consolidar la colaboración abierta con el Gobierno de Canarias y en misión económica para ver posibilidades de inversión y negocios de empresarios franceses en Canarias".