La Comisión Europea (CE) elevó ayer su previsión de crecimiento de la economía española para este año y el próximo, hasta el 2,8% y el 2,6%, respectivamente, pero con este cálculo de la evolución del PIB se muestra menos optimista que el Gobierno español en su Programa de Estabilidad para 2015-2018.

En sus previsiones macroeconómicas de primavera, el Ejecutivo comunitario mejora en cinco décimas su pronóstico para España para este año y en una décima el de 2016 respecto a sus proyecciones de febrero pasado, pero se queda una y tres décimas, respectivamente, por debajo de las expectativas del Gobierno de Mariano Rajoy.

Éste augura en su Programa de Estabilidad enviado a Bruselas el pasado día 30 un avance del 2,9% del PIB este año y el próximo.

El comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, destacó la fortaleza de la recuperación económica y la mejora del desempleo, aunque indicó que su nivel "está muy alto" y que "la gente en España espera más resultados", y reiteró que "para obtener más resultados hacen falta más reformas".

En las previsiones para los próximos dos ejercicios, Bruselas tampoco comparte el mismo optimismo que Madrid sobre la evolución de otros indicadores como el paro, el déficit y la deuda.

En cuanto al desempleo, Bruselas cifra la tasa para 2015 en el 22,4%, solo una décima mejor que en sus previsiones de febrero, y para el próximo año en el 20,5%, con lo que en 2016 no bajaría del 20% como contempla el Gobierno español.

También tienen diferentes puntos de vista la CE y el Ejecutivo español sobre la evolución del déficit.

España mantiene su previsión para este ejercicio en el 4,2% del PIB y confía en salir del procedimiento por déficit excesivo en 2016 con el 2,8% exigido por la UE.

La CE, por contra, sostiene que el déficit público se quedará este año en el 4,5% del PIB, tres décimas por encima de lo establecido, antes de bajar al 3,5% el año próximo.

Este último porcentaje de desvío supone aún así una mejora de dos décimas con respecto a las previsiones de hace tres meses.

El Ejecutivo comunitario vuelve a aludir a los mismos "riesgos" que ya mencionó en febrero pasado como factores que pueden amenazar los esfuerzos de reducción del déficit en España.

En concreto, se refiere a la "incertidumbre con respecto al impacto actual de la reforma fiscal sobre los ingresos, a los pasivos contingentes de las autopistas de peaje con problemas y a los riesgos de implementación en un año electoral".

Precisamente sobre este último riesgo, Moscovici, advirtió a España de que no debe dejar de "actuar" para reducir su déficit para cumplir los objetivos pactados, pese a las diferentes citas electorales que afronta a lo largo de este año.

"No se nos escapa que hay un año electoral, pero el año electoral no debe impedir actuar en ninguna parte", dijo el comisario galo, quien indicó que el país debe continuar los esfuerzos. Con todo, indicó que las previsiones apuntan a una recuperación "sólida y fuerte" del país.