Desde que la Segunda División está formada por 22 clubes y el sistema de descensos condena a los cuatro últimos clasificados, es decir, desde la temporada 1997/1998, catorce equipos que no estaban entre los cuatro peores de la tabla en la trigésimo sexta jornada ocuparon uno de esos puestos en la fecha definitiva. De esos conjuntos, cuatro consiguieron seguir en la categoría de plata al beneficiarse de los descensos administrativos de otros clubes. Los demás sí bajaron.

Visto de otra manera, según esta estadística, cerca del 20 por ciento de los conjuntos que finalizan la competición en la zona de descenso no aparece en esa parte de la clasificación a falta de seis partidos para el cierre de la temporada.

Estos datos pueden servir para evaluar el grado de la amenaza que tiene el Tenerife de perder su sitio en la Liga Adelante. En su caso, con los encuentros ante Racing, Alcorcón, Sabadell, Sporting, Betis y Numancia pendientes, cuenta con un margen de 4 puntos con el decimonoveno clasificado, que ahora es el Osasuna, al que le tiene ganado el golaverage particular. ¿Será suficiente?

Reduciendo un poco más el círculo, únicamente cinco equipos de los que entraron en el cuarteto de cola al final, pese a no encontrarse dentro en la trigésimo sexta jornada, desaprovecharon un colchón superior a los tres puntos. Solo hay tres antecedentes de clubes que bajaron en la misma situación en la que está ahora el Tenerife; el Cádiz en el ejercicio 07/08, el Compostela en el 00/01, y el Elche en el 97/98. Para los tres fue insuficiente tener cuatro puntos de distancia a estas alturas de la Liga y cayeron a la Segunda B.

Pero hay otros ejemplos que demuestran que incluso disponer de un margen mayor no garantiza nada. Sin ir muy lejos, el Mirandés se encontraba en el duodécimo lugar de la tabla y tenía siete puntos más que el decimonoveno en la fecha número 36. En las seis jornadas siguientes solo sumó dos puntos y acabó siendo el cuarto peor clasificado de la Liga. Habría descendido si el Real Murcia no hubiera perdido la categoría por una causa administrativa.

El desenlace fue similar para el Sabadell en la 2011/2012. Los de la Nova Creu Alta también entraron sin muchos agobios en la recta final de la temporada, con un colchón de siete puntos con el descenso, pero lo perdieron en tan solo seis semanas, en las que añadieron cuatro puntos a su total. En su caso, el descenso en cadena del Villarreal a Segunda A y de su filial a Segunda B, evitó el desastre.