El 39,09 por ciento de los conductores que perdieron la vida en accidente de tráfico el pasado año dio positivo en sangre por alcohol, drogas o psicofármacos, si bien este es el índice más bajo desde 2010 y cuatro puntos inferior a la tasa de un año antes, cuando fue del 43,09 por ciento.

Así se desprende de la memoria del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, presentada hoy por los responsables de este centro, del Ministerio de Justicia, de la Fiscalía de Seguridad Vial y de la Dirección General de Tráfico.

La mayoría de los fallecidos al volante se corresponde con un varón de entre 30 y 50 años que había consumido alcohol, mientras que el perfil de los muertos atropellados es un hombre de 60 años que había ingerido alcohol o psicofármacos, según el informe, que refleja un descenso en la presencia de drogas entre los conductores que perdieron la vida.