El primer ministro británico, David Cameron, aseguró ayer la continuidad del núcleo duro de su Gobierno al ratificar a sus ministros de Economía, Exteriores, Interior y Defensa poco después de ganar las elecciones en el Reino Unido con una cómoda mayoría absoluta.

George Osborne, artífice del plan que ha reducido a la mitad el déficit presupuestario británico en la última legislatura, continuará al frente de Economía y se convertirá en el "número dos" de Cameron al ocupar además el cargo simbólico de primer secretario de Estado, un rango equiparable al de viceprimer ministro.

Se trata de un título que han usado de forma esporádica algunos jefes de Gobierno para subrayar la importancia de un miembro de su Ejecutivo y que hasta ahora había tenido, desde 2010, el exministro de Exteriores William Hague. Theresa May, que ha liderado la lucha contra el extremismo yihadista en los últimos años, continuará al frente de la seguridad interior, mientras que Philip Hammond, un reconocido euroescéptico, dirigirá la diplomacia británica y Michael Fallon continuará en Defensa.

Los cuatro acudieron al número 10 de Downing Street, residencia y despacho oficial del primer ministro en Londres, a primera hora de la tarde para reunirse con Cameron, quien les anunció sus nombramientos, mientras que se espera que la composición del resto del Ejecutivo se conozca durante la próxima semana.

El primer gesto de Cameron tras lograr contra pronóstico 331 diputados en la Cámara de los Comunes, cinco por encima de la mayoría absoluta, fue reafirmar su confianza en Osborne, cuyo plan económico ha centrado la campaña electoral de los conservadores.

El principal mensaje de Cameron a los electores antes de estos comicios fue pedir su confianza para continuar aplicando las medidas económicas que han llevado al Reino Unido a prever un crecimiento del 2,5 % para 2015.

Entre sus principales promesas está además la de eliminar por completo el déficit público en 2018 y no subir los principales impuestos durante la legislatura.

Cameron dio continuidad asimismo a May, que ha estado al frente de las medidas que ha adoptado el Reino Unido para tratar de frenar el auge del extremismo religioso en el país y los viajes de ciudadanos británicos radicalizados a Oriente Medio para unirse a grupos yihadistas como el Estado Islámico (EI).

A finales del 2014, la ministra impulsó una ley que otorga a la policía poderes para confiscar pasaportes de sospechosos en los puntos de entrada y salida al país y que permite impedir temporalmente el retorno al Reino Unido de presuntos yihadistas.

Al frente de la cartera de Exteriores, Cameron mantiene a Hammond, un "tory" con fama de euroescéptico que dirigirá las tensas negociaciones entre Londres y Bruselas. El primer ministro se ha comprometido a tratar de renegociar las relaciones entre la Unión Europea (UE) y el Reino Unido antes de convocar un referéndum sobre la salida del país del bloque común.