Estar esperando la guagua, mirar el móvil o los carteles informativos, que no haya una línea prevista y que, sin embargo, pase. O lo que es peor: que figure que faltan unos minutos y que estos se prolonguen más de la cuenta. Esas y otras circunstancias similares que tienen que padecer los usuarios está previsto que desaparezcan en los próximos meses.

Según explica el director insular de Movilidad, Manuel Ortega, en el marco de las mejoras asociadas al nuevo método de pago en el transporte público tinerfeño -será con una tarjeta sin contacto a partir de los próximos meses-, se está diseñando un sistema "fiable al 100%" de posicionamiento GPS de las guaguas de Transportes Interurbanos de Tenerife (Titsa), frente al 60-80% actual.

Sobre los preparativos que se están realizando durante estos meses, Ortega puntualiza que no solo se está trabajando en el diseño de la nueva tarjeta, sino que se está elaborando el software que se va a utilizar y se están fabricando las denominadas "canceladoras". En total, añade, se tendrán que cambiar 2.500 máquinas.

"El proyecto está muy avanzado; nosotros hemos fijado para el mes de octubre el inicio de la puesta en marcha", señala el director insular, que agrega que, probablemente, para la fase de proyecto piloto se elegirá una línea de tranvía y varias de guagua que "transborden mucho" con el tranvía, como es el caso de la 014. A esas se unirían algunas tanto de la zona Norte como del Sur de la Isla.

A este respecto, indica que la idea que tiene la Corporación insular es que esas guaguas tengan inicialmente las dos máquinas: la antigua (para que quien use el bono en papel lo siga utilizando) y también las nuevas, que se emplearán para las tarjetas sin contacto. La fase para adaptar todas las guaguas durará seis meses.

En otro sentido, Ortega apunta que el objetivo final que se busca con la nueva forma de pago es "facilitarle la vida" al usuario, y resalta que esta llevará aparejadas algunas comodidades.

Una de ellas, comenta, es que se podrá subir a la guagua tanto por la puerta de delante como por la de detrás o que no habrá que decirle al conductor el destino, toda vez que el dispositivo lo sabrá automáticamente. "Habrá que hacer clic cuando subes y cuando bajas, con lo que el sistema sabe qué viaje has hecho", manifiesta Manuel Ortega.

Otro de los aspectos en los que hace énfasis es en que se premiará, a través de descuentos, a aquellos viajeros que hagan un mayor uso del transporte público.

Tal como anunciaron desde el Cabildo en la presentación de este nuevo método de billetaje, el pasado mes de marzo, también estará entre las características del referido procedimiento la existencia de mayores medidas para la seguridad y para ayudar a combatir los posibles casos de vandalismo en los vehículos. Y es que el denominado "Sistema de Ayuda a la Explotación (SAE)" permitirá grabar, transmitir y visualizar imágenes en tiempo real gracias a las cámaras con las que estarán dotadas las guaguas de Titsa.

Adiós al bono de papel

El nuevo sistema de billetaje sin contacto fue presentado durante el pasado mes de marzo. Este se implantará, progresivamente, en 530 guaguas y 26 tranvías, y sustituirá al actual mecanismo basado en la banda magnética, es decir, supondrá el final del tradicional bono de papel. Concretamente, permitirá a los ciudadanos utilizar una única tarjeta sin contacto, que se valida con solo acercarla a un lector.

El sistema, que supone una inversión de 9,1 millones de euros, es, según explicaron en la presentación de marzo, "inseparable" del nuevo Sistema de Ayuda a la Explotación (SAE), un medio de información geográfica y centro de control de la flota de guaguas. Es este, precisamente, el que posibilitará el aumento de la fiabilidad de posicionamiento. Con estas medidas también se busca un fomento de la intermodalidad y el uso combinado de diferentes medios de transporte.