Raúl Agné asume la responsabilidad de la situación en la que se encuentra el CD Tenerife después de la derrota ante el Racing de Santander. Perder el colchón de ocho puntos con los puestos de descenso a Segunda División B hasta dejarlo en dos preocupa. Pero más aún la imagen ofrecida en la visita a El Sardinero. Fue el peor partido de su etapa en el banquillo blanquiazul y, por esa razón, no ve la hora de que llegue el próximo encuentro liguero ante el Alcorcón. "Estoy rabioso como un perro, con ganas de que llegue el domingo", afirmó el técnico que se ve "con más fuerzas que el primer día".

Pese a la racha de siete jornadas sin ganar, el técnico de Maquinenza cree "ciegamente en este equipo". Ni el estado físico ni el anímico serán excusa. Más bien al contrario, puesto que sus jugadores le transmiten "tranquilidad para saber que se va a sacar adelante la situación" y que el objetivo de la permanencia será alcanzado "sin duda".

Aprovechando la presentación de la Copa Mahou, se le preguntó si se veía en el banquillo tinerfeñista en el mencionado torneo veraniego. Su respuesta, como de costumbre, un regate. "Tenemos el Alcorcón aquí el domingo y ya es bastante. Solo pienso en eso y lo digo siempre, solo el Alcorcón", repitió el entrenador blanquiazul antes de expresar su deseo de "dar una alegría" a la afición, "que se la merece, pero también los futbolistas y todo el club".

En este sentido, apeló a dos factores. El primero es la unidad. "Cuando llegué a la Isla, la situación era caótica y salimos adelante. Ahora es delicada, pero también saldremos", dijo Agné. El segundo factor es el rendimiento ofrecido en el Heliodoro Rodríguez López habitualmente por los suyos. "Nosotros de locales somos un equipo fiable y que crea ocasiones", recordó, "y ese aspecto me da mucha energía".

En el choque del pasado domingo, el Racing de Santander pareció más consciente de lo que había en juego que el propio Tenerife. Agné niega la mayor, pero admite que el golpe fue duro. Por eso, ya trabaja la parcela anímica del grupo. "Desde que llegué aquí, si de algo estoy contento, es que el trabajo más profundo ha sido el mental. Y en eso estamos. Es un grupo que se ha llevado muchas tortas y todos sabemos que no deberíamos estar en esta situación", explicó antes de dar su fórmula para cambiar las cosas: "Desde el rendimiento". De esta forma, apostó por una "huida hacia adelante" sin sacar las cosas de quicio. "Cuando la mente se bloquea no es bueno", advirtió sobre este tipo de situaciones. Él, en lo personal, intenta "llevar las cosas con naturalidad porque todo es más fácil".

En esa línea de naturalidad, restó importancia a las declaraciones de Suso Santana, que fueron muy críticas con el juego del equipo en El Sardinero. "Ya sabemos todos como es. Estaba más caliente que las pistolas del Coyote y dijo lo que dijo, pero no fue con mala intención. Ya le hemos dicho que debe tener cuidado con esas cosas, pero no hay que darle mayor trascendencia a sus declaraciones", indicó. En la planificación no se ha tenido en cuenta la posibilidad de una huelga que paralice la Liga este fin de semana. "Eso no lo puedo controlar", comentó el técnico antes de considerar ilógico "un parón a estas alturas".