La Marcha Blanca convocada por los principales sindicatos sanitarios de Canarias en señal de protesta contra los recortes aplicados por el Gobierno de Canarias en la sanidad en los últimos años reunió ayer a cerca de mil personas en las calles de Santa Cruz de Tenerife, si bien la gran mayoría de los asistentes fueron precisamente miembros o simpatizantes de los sindicatos convocantes, y el resto personal sanitario, siendo la presencia de la ciudadanía meramente testimonial.

Bajo las consignas de "la sanidad no se vende", "dignidad en sanidad", o "ea ea ea la consejera se cabrea", la manifestación partió a las siete de la tarde de la plaza de toros encabezada por un coche con megáfono en el que primero sonó "La Internacional" y después no paró de repetir "Un mar azul que brille" encabezada por Intersindical Canaria.

Diferenciadamente se situaron el sindicato de enfermería Satse, el Sindicato Médico (CESM), UGT y Comisiones Obreras, además de la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública y la formación política Ahora Santa Cruz que se colocó tras una pancarta de Podemos.

También los políticos quisieron darse una vuelta por allí y así se vio al candidato de Nueva Canarias a La Laguna y al Parlamento por la isla de Tenerife, Santiago Pérez, y al cabeza de cartel de UPyD a la alcaldía lagunera, Antonio de la Guardia.

Lo que brilló por su ausencia fue el tan ansiado y reclamado apoyo de la ciudadanía, algo que los propios convocantes calificaron de "fracaso", aunque calificaron de "éxito" el hecho de que formaciones tan diferentes se hayan puesto de acuerdo en que no van a tolerar ni un recorte más.