El de ayer fue un asalto -el segundo- que quedó en tablas. Hubo algún golpe directo, de los que pueden escocer un poco, pero no demasiados, al menos para lo habitual en un debate electoral. A algo más de una semana de la cita del próximo 24 de mayo, Cope Tenerife acogió un nuevo cruce de posturas -más que de críticas- entre los candidatos a la Presidencia del Gobierno de Canarias.

Fernando Clavijo (CC-PNC) se valió en el "combate" de argumentos de cambio, futuro, propuestas económicas y del habitual tono de autocrítica que han venido repitiendo los nacionalistas en las últimas fechas. "Es importante que conozcamos nuestros errores; nuestra formación política lo ha hecho", manifestó el actual alcalde de La Laguna, que llamó al encuentro de ideas: "Afrontamos este mandato como un cambio de ciclo en el que será necesario articular vías de diálogo y consenso".

"Quiero decirles a los canarios que me presento para capitanear una Canarias nueva". Fue una de las afirmaciones de otra de las contendientes, la popular Australia Navarro, que rechazó el Archipiélago que dejan Coalición y PSOE. "Señor Clavijo, lleva en su programa lo que llevo defendiendo en el Parlamento en estos cuatro años", le dijo al candidato de CC.

Por el Partido Socialista (PSOE), Patricia Hernández abogó por la igualdad de oportunidades -"que no dependa de dónde nazcas ni de tu cuenta corriente", resaltó- y se comprometió a terminar la red de hospitales públicos. "Vamos a hacer una auditoría para ver si el dinero de los conciertos sanitarios está bien invertido", aseveró, también en materia sanitaria, Hernández, que añadió que los fondos estatales no son "un regalito" y que los canarios son "ciudadanos de primera".

Precisamente Hernández le puso en bandeja a Román Rodríguez, que fuese presidente regional (1999-2003), que realizase un contraste entre la gestión actual y la suya. Y es que el también nacionalista cree que Canarias "nunca ha vivido un momento peor, con una política basada en los recortes" o que se han perdido cuatro años para "fortalecer el estado del bienestar". La solución, en opinión de Rodríguez, pasa por un cambio en las políticas sociales desde la "experiencia, la mesura y el rigor".