El Iberostar Tenerife tiene opciones, aunque remotas, de colarse en los “play-off”; el Fuenlabrada, rival mañana en el Santiago Martín, está con un pie en la Adecco Oro, ya que aún ganando no tendrá garantizada la permanencia.
Los aurinegros suman 15 triunfos y los del Fernando Martín solo tienen 8.

Una de ellos lo consiguió el día 11 de enero, en su feudo y con entrenador nuevo, Hugo López, cuando le dio un repaso al Iberostar Tenerife, con un doloroso 83 a 66, consecuencia de un 27-13 inicial que los de Martínez no supieron remontar. Fue más bien una autoderrota. Se recuerda la exhibición de Akindele con sus 19 tantos y 11 rebotes.
Ese día el cuadro insular tocó fondo. Peor no se podía estar sobre un parquet, carente de garra, inofensivo en ataque y vulnerable en defensa... ¡Fatal!
Cuatro meses y seis días después los equipos vuelven a verse las caras, con la novedad en el banquillo, ahora ocupado por Sala.
Alejandro Martínez no habla de revancha. “Cuando me enfrento a un equipo no me paro a pensar lo que sucedió en el partido anterior”, dijo. Lo ve poco deportivo.
Sin embargo, a nadie gusta ser humillado –deportivamente hablando– en una competición tan exigente. Seguro que el Laboral Kutxa no olvida el -35 de La Laguna, ni el UCAM Murcia el 104-51 (-53) que le endosó el Obradoiro.
Por esta razón la afición espera ver mañana la mejor versión del Iberostar Tenerife. La que muestra su agresividad en defensa, la garra en el rebote y el descaro en el ataque.
Hay que ganar sí o sí por mucho MVP que venga con el “Fuenla”. Sumar la décimo sexta en el día de Levi Rost es importante. No se debe tropezar dos veces en la misma piedra.