Por primera vez desde 1983, el cartel de CC (antes ATI) en La Orotava no lo ocupa Isaac Valencia y sí uno de los que se consideró sus delfines claves, aunque ha marcado su propia pauta como alcalde tras una transición que cree "modélica". Francisco Linares tiene tan claro que la crisis ha cambiado todo que no solo presume de haber hecho algo inédito en las Islas (desclasificar suelo), sino que subraya que en su programa no aparece el verbo construir, sino que deja a las personas en el centro.

¿La Orotava será una excepción al fin de las mayorías absolutas?

Los datos dicen que sí, pero hay una situación política tan convulsa y el ambiente es tan distinto al de elecciones previas que está bien hablar de mayoría absoluta.

Pero, ¿qué les dicen sus sondeos, que logran 12, 13 concejales...?

Nos dan una mayoría estable...

La palabra cambio está por todos lados, ¿CC se ha autocambiado en la Villa lo suficiente?

Desde 2012, en el congreso convulso que tuvimos, hicimos una autocrítica como nunca y nos adaptamos al momento. Hemos hecho un cambio importante de caras y proyecto, con una forma de ver la política muy distinta.

¿Y en qué se traducirá eso?

En mucho diálogo y consenso, al margen del resultado electoral. Aunque tengamos mayoría absoluta, los grandes asuntos no los llevaré a pleno si no se consensúan...

Habla del Plan General...

Sí, y El Rincón, tasas...

¿También el plan inversor...?

Sí. Intentaremos que el presupuesto no salga solo con los votos del gobierno, tal y como hemos hecho últimamente. También que sigan las reuniones una vez al mes con los portavoces para acordar los grandes asuntos. Se ha demostrado que es posible: se ha llevado a pleno 2.400 puntos y se aprobó por unanimidad el 80%.

Ha sido un mandato suave, sin el ruido de sables de antaño...

Ha sido el mandato de la pacificación, el diálogo y consenso.

Lleva desde 1995 de edil, hay gente que cree que es mucho...

Una cosa es ser concejal 18 años y otra, alcalde; es muy diferente.

¿Su proyecto es para 8 años?

De momento, para cuatro.

¿Y luego: otra administración?

Es una aventura decir eso ahora.

¿Legislaría lo de los 8 años?

Nuestros estatutos ya dicen que los altos cargos estén 12 años. No sé qué ocurrirá en el congreso de 2016, pero no es cuestión de tiempo, sino de rentabilizarlo. No es bueno obsesionarse con 8, 12 o 4 años. Hay alcaldes que, en 4, han finiquitado su trayectoria.

Supongo que, a su juicio, el ejemplo contrario es el de Valencia...

Claro, pero ese modelo de alcalde perteneció a la Transición...

Ignacio Rodríguez aún sigue...

Es una excepción, al empezar con 23 años. Desde ahora, la mayoría estarán de 8 a 12 años.

¿Cómo definiría su plancha?

Tiene una preparación importante y una edad media de 35. He querido que hayan 3 personas con experiencia que den estabilidad y muchos jóvenes. No he improvisado ni hay un mirlo blanco. Los que están llevan, como mínimo, 8 años en nuestro comité.

¿Qué Orotava quiere hasta 2019 que no han logrado desde 1979?

No se trata de lograr cosas no hechas, sino de adaptar la ciudad a la situación. Por eso he hecho algo que ningún alcalde en Canarias: desclasificar suelo, 70 campos de fútbol, para generar empleos que la construcción no creará. Queremos crecer de forma sostenible. De una ciudad prevista de 100.000 habitantes hace 15 años a una de, como mucho, 50.000.

Ergo, ¿el PGO no era realista?

Era acorde a ese entonces...

A la burbuja...

El año 2008 supone una ruptura absoluta en la forma de entender la vida política y económica. El político que no se adapte a eso tendrá una trayectoria escasa.

¿Qué otras prioridades tiene?

La fundamental es que las personas estén por encima de todo. En mi programa no aparece la palabra construir, y sí las personas. Hay que mantener lo existente. Los otros ejes son el bienestar y la formación. Desde ahí, no se escapa que hay que hacer una circunvalación que permita cerrar vías del casco.

¿Lo ve factible en este mandato?

Creo que, con el Cabildo, podemos terminar las expropiaciones que faltan e iniciar algunas fases.

¿Asume algún error desde 2011, le frustra especialmente algo?

La frustración mayor es no haber creado más empleo, aunque en 2014 ya bajó el paro en 570 personas, un síntoma importante. La demanda social ha sido muy alta y, a veces, te sientes impotente.

¿Han superado ya la pugna Linares-Doniz por la sucesión?

Nunca existió esa pugna como se planteó en el exterior y, de haberla, no iría ahora de 2.

¿Sería su mejor sucesor?

Los dos sabemos que se acaba nuestro ciclo y que hay que pensar en otra generación, y él mismo me lo dice.

De pactar, ¿a quién prefiere?

Soy muy disciplinado, pero ni me ocupa o preocupa ahora. Está todo abierto, aunque el pacto regional e insular han sido buenos.