Ahora que el avión de la democracia ha iniciado el descenso pausado hacia el domingo 24 de mayo (24M), con la tranquilidad de disponer de media hora por delante hasta tomar tierra y neblina, elijo libremente, sin pistolas virtuales que amenacen, someterme al placer de ordenar una serie de apuntes tomados entre brinco y brinco por el trajín de la velocidad de crucero servida con plato caliente de interminables turbulencias.

Con la levedad que concede la caída controlada y poco nerviosa a la pista del reencuentro, con tableta entre los muslos y yemas de los dedos imparables, me empeño en afinar una batería de mensajes (para el que los quiera adoptar sin maldad alguna) que puedan servir de algo ante la "gran cita de la democracia".

Así que, con el tiempo anticiclónico debajo de mis pies y del frío fuselaje, y con la calma que brinda el hecho de que este bicho parece que esta vez sí aterrizará (debo admitir que tuve mis dudas alimentadas por movimientos que no eran de bachata), me pongo a la tarea de teclear, de escribir de manera eléctrica, por si a alguno de los que me siguen y critican, para bien o para mal, esto que ahora expongo les vale más que media peseta.

Se trata de un decálogo de advertencias (momento para abrir bien los ojos y mirar hacia delante; o sea, para no contribuir a que se caiga en agua posada y apestosa) para el ciudadano con derecho a voto y ganas de acercarse al colegio electoral, siempre con la cabeza en su sitio, que, si no, mejor abstenerse. Es el que yo mismo, como no podía ser menos, ya practico, que aterrizar, aterricé, y además lo hice ayer, sano y salvo.

1) No se fíe de nadie, mucho menos de sonrisas placenteras y encuadres inverosímiles. Siempre es preferible leer y escuchar a mirar. Ni se le ocurra soñar, menos con ellos, que serán pesadillas. Fuera ojos y solo cabeza.

2) Recuerde las veces que usted ha bramado por las injusticias cometidas cuatro años atrás, por los proyectos en dique seco y por los servicios no prestados a los más necesitados. Rememore todo esto y ponga nota, un simple guarismo de 0 a 10.

3) Todas las papeletas servidas en el buzón de casa o entregadas en la calle sirven para lo que sirven: para reciclar. No caiga en la tentación. Todas las tendrá en el colegio electoral y, si por casualidad no está la que usted desee, pues va y monta un pollo, que, como mínimo, saldrá en la tele.

4) Apague el televisor y la radio, y pase a toda velocidad por los espacios reservados a las elecciones en los diarios. Haga lo mismo con digitales y blogs, y con las redes sociales. Todos los políticos y sus corrillos, bloqueados, hibernados, al menos hasta el lunes próximo.

5) No vaya a mítines ni asambleas ni se acerque a grupos donde se pregone alguna mentira. Mantenga la distancia y trace una línea continua.

6) Aplíquese el dicho de "todo lo que reluce no es oro", y menos cuando los partidos, todos, ahora se dejan el resto, caiga quien caiga. Es el momento ideal para vender gato por liebre, así que renuncia a saborear salmorejos.

7) Los que ya están y quieren seguir de por vida ahora solo dicen cosas buenas, como si fuéramos tontos (y a veces parece que lo somos), y sacan hasta lo que no hay en la despensa. Promesas no son realidades, como potajes no son sopas.

8) Interesa el modelo, el equipo, el cambio sin trampa ni cartón, la atención equilibrada... No conviene el amiguismo, aquello de "porque es uno de los nuestros", la arrogancia, la falacia, el sectarismo, el portazo en la puerta...

9) Muchos engañan a destajo y sin temor a ser descifrados. Hay cientos de ejemplos: píllelos, acuérdese de lo padecido y actúe en consecuencia y pensando en el todo. Se tarda menos que en digerir un café tibio.

10) Vaya a votar o, si lo prefiere, monte un asadero, que la prohibición de hacer fuego ya se ha levantado. Haga lo que le dé la real gana, pero sobre todo piense que este domingo es el único día verdadero que le han dejado para cobrárselas. ¡Usted verá!

La maleta no sale por la cinta que marca mi vuelo, y es en ella donde tengo mi documentación personal. Igual no puedo votar el domingo, pero, por favor, háganlo ustedes... Si antes no aparece ese bulto, a mí me bastará con publicar este decálogo de altos vuelos.

@gromandelgadog