¿No será una obligación políticaaprovechar lo que tenemos?

La fotografía que ofrecemos, procedente de la red, nos ha servido de enlace para relacionarla con la obra que se debe estar ejecutando en la costas de la Villa de la Orotava, Tenerife, Islas Canarias, con el fin de acceder a una pequeña playa de arenas volcánicas abierta a ese mar Atlántico que rodea estas afortunadas islas, algunas de las veces embravecido y otras con sus apacibles luminosas aguas azules a la moderada temperatura de unos 18 grados la mayor parte del año, para deleite de los millones de turistas que tienen la suerte de poder visitar este escenario natural de los destinos turísticos más apreciados del mundo.

La playa de Los Patos y su entorno pueden ser un lugar privilegiado a poco que se realicen las oportunas obras de ingeniería necesarias para que su escalera de acceso ofrezca las garantías necesarias que reclaman sus usuarios. Se puede crear un modelo exclusivo aprovechando el acan-tilado que hay que salvar para llegar a esta recoleta playa.

Con los avances de la ingeniería-arquitectura moderna, hoy está al alcance de todos crear las necesarias condiciones para sacarles el mayor provecho a las estructuras naturales de las que disponemos, siempre teniendo en cuenta la recomendación del concepto del "desarrollo sostenible": satisfacer las necesidades de las generaciones actuales, sin poner en peligro la satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras (Carta Europea del Turismo Sostenible en los Espacios Protegidos).

Este sería el dogma que deberíamos tener en cuenta a la hora de realizar esta obra que, si bien puede ejecutarse ahora, de acuerdo a las posibilidades económicas actuales, no debe cercenarse la posibilidad de en un futuro llegar a convertirse en un punto escogido por un asistente selecto que pagaría el justo precio del servicio que se le ofreciera. No es lo mismo beber vino tinto de garrafón que deleitarse con el Brumas de Ayosa... Un sencillo ejemplo.

Persiste en nuestro recuerdo los avatares ocurridos durante al Congreso Mundial de los Skal Club en Canarias, año 1963, de entre los cuales la memoria nos ofrece la retrospectiva visión de un hotel (Las Palmas Palace) donde no se pudieron poner en funcionamiento los ascensores la noche de su inauguración, con todas sus habitaciones completas en los seis pisos de moderna construcción. La imaginación y la profesionalidad del director de mismo, recordado Manuel Moret Díaz, implementó en el hall de cada planta un generoso bufet, con una copa de vino o de champán, música en vivo incluida, una rosa o un clavel para las señoras y para los señores, en el ojal, con un personaje de esmoquin haciendo de anfitrión en cada planta, lo que dio lugar al comentario más sugerente de cuantos disfrutaron de la genial acogida. Así se amenizó la larga subida hasta de la sexta planta, que ya costó mucho llegar hasta ella, probando las delicias de un ambientado recorrido, donde incluso aparecieron los pinchos calientes. Todo un despliegue de imaginación.

Salvando las naturales distancias, no sería una ocurrencia banal equipar esta escalera de la Playa de los Patos, con un entorno de ocio relacionado con la restauración y el disfrute de sus vistas panorámicas. Es una idea nacida de decenas de experiencias vividas en muchos lugares del mundo, sin llegar, claro está, a las más espectaculares obras turísticas del mundo.

La idea está ahí. No nos hemos quedado con ella.

*Del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo (ONU)