La Televisión Canaria acogió anoche el tercer y último debate de los cinco candidatos de las formaciones políticas presentes en el Parlamento de Canarias. Fuera de cámara, fotografía de familia: Ignacio González, de la coalición electoral Unión; Fernando Clavijo, de CC; Patricia Hernández, del PSC-PSOE; Román Rodríguez, de Nueva Canarias, y Australia Navarro, del PP, junto al nuevo presidente de la RTVC, Santiago Negrín, y el director de los servicios informativos, Roberto González.
Durante hora y media, los candidatos mostraron su “postureo”, como la moda de evitar el rigor de la corbata. Román Rodríguez desplegó su tableta para evidenciar que la informática no tiene edad, aunque solo Patricia Hernández, el político más joven, de las aspirantes, fuera el otro que echó mano de tecnología anoche. Más llamativa fue la vuelta de tuerca de Hernández que buscó la cercanía con el televidente, desde presentarse como nieta de pescadores que llegó a cursar estudios superiores hasta acabar hablando en segunda persona del singular con el espectador. “Me dirijo a ti...”.
El debate arrancó con dos minutos por candidatos para presentarse y, luego, tres bloques para el confrontar modelos: primero, situación económica y laboral; segundo, sanidad, educación y servicios sociales, para acabar con políticas activas y propuestas, antes de pedir el voto.
En realidad daba lo mismo la temática que se abordara; las respuestas o argumentos en algunos casos eran los mismos y servían para todo. Ignacio González sacó del cuento de “La Cenicienta” a su madrastra, que identificó con el Gobierno de Canarias. Frente al trabajo, la culpa fue de la madrastra. Y en sanidad, educación y servicios sociales... también la madrastra.
El tono de “buen rollito” que caracterizó cada intervención de Clavijo –lo que le valió el reproche del propio Ignacio González– hizo que Román Rodríguez insistiera en su cantilena de que esta CC no tiene ninguna responsabilidad en el “sufrimiento y la desgracia social”. Rodríguez intentó atar en corto a Clavijo y ponerlo contra las cuerdas al cuestionar cómo podía proponer consenso cuando había sido incapaz de alcanzarlo en el PlanGeneral de La Laguna. El líder de CC no entró en la provocación y su respuesta siempre fue el consenso. Eso sí, sin desaprovechar la oportunidad para decir que no entraba a saco porque “alguien” hablaba desde desconocimiento.
El debate de anoche pareció discurrir entre dos orillas: la nacionalista, representada por Ignacio González y Román Rodríguez, y la estatal, de Patricia Hernández y Australia Navarro, con un Clavijo que intentó “varar” reproches sobre la tabla del consenso.
La candidata socialista, que más que hablar a la pantalla, la tuteaba, buscó la confrontación con la dirigente popular, y hasta invocó a la “inteligencia de los ciudadanos”. Ignacio González aseguró que él no era un recién llegado y que durante 4 años ha recorrido los barrios; y Patricia Hernández fue a más... y dijo que hasta en su casa había beneficiarios de PCI, algo que revolvió a González, que lo consideró una frivolidad, a lo que Hernández respondió echándole en cara el desatino de su gestión en el IMAS de Santa Cruz que ha resuelto una concejala socialista. Clavijo se mostró avergonzado y apesadumbrado por el mercadeo entre socialistas y populares por ver quién había hecho más recortes, y pidió disculpas a la audiencia por el “y tú más” entre Hernández y González para proponer un cambio de ciclo económico y político.