Cáritas Diocesana atiende a más de 170 familias en situación de necesidad y exclusión social de los barrios de Añaza, Santa María del Mar y Cuevas Blancas, en el Distrito Suroeste de Santa Cruz. Cerca de un centenar de voluntarios desarrolla actividades dirigidas a la asistencia, la rehabilitación o la inserción de víctimas de la pobreza y la exclusión social.

Desde hace más de ocho años, la organización lleva a cabo cerca de una docena de acciones en esta zona destinadas a prestar servicio de acogida, realizar visitas a personas mayores en sus domicilios o residencias; desarrollar programas para la alfabetización de adultos, y ofrecer clases de apoyo y actividades infantiles.

El abanico de actividades se completa además con talleres de trabajo para mujeres, así como de cursos de yoga, costura y patronaje, y actividades relacionadas con ocio y tiempo libre. Asimismo, los voluntarios prestan apoyo psicológico individual y grupal.

José Félix Hernández, párroco de la zona, junto al director de Cáritas de Tenerife, Leonardo Ruiz del Castillo, mostraron esta semana los recursos a la Secretaria de Estado de Servicios Sociales, Susana Camarero, que consideró las iniciativas como "referentes" y planteó la necesidad de implantar el modelo en el resto del país.

Los proyectos puestos en marcha por la entidad son Apadrina una familia, Huerto Urbano Solidario, Mujeres de Añaza Emprendedoras (MAE), Añaza por sus jóvenes (APJ) y el Centro de mayores Santa Ana. Además, desde Barrios por el Empleo Juntos más fuertes se ofrece un servicio de orientación laboral y formación.