El Sindicato Independiente de Policías de Canarias (SIPC) ha denunciado que uno de los agentes del Cuerpo en Santa Cruz de La Palma se está aprovechando de información que obtiene gracias a su trabajo como funcionario para beneficiarse en una actividad profesional privada.

Desde el SIPC se advierte de que desde "hace ya muchos años se ha hecho saber en multitud de ocasiones al subinspector jefe (de la Policía Local) que hay un agente trabajando en una correduría de seguros de vehículos, y que incluso utiliza información que obtiene por razón de su cargo (funcionario del Cuerpo) para el desempeño de esta actividad".

El citado sindicato asegura que a pesar de las advertencias y de estar perfectamente informado, el subinspector jefe de los agentes en Santa Cruz de La Palma, Eduardo Pérez, "no ha tomado cartas en el asunto". Al contrario, "obvia de manera permisiva" la actividad privada del funcionario, cuando claramente "constituye una infracción muy grave en el régimen de incompatibilidades de los policías".

Esta central sindical espera "que se tomen las medidas oportunas al respecto" o, por el contrario, "no dudaremos en acudir a los tribunales, además de presentar una denuncia ante Inspección de Trabajo".

El SIPC cuestiona además la forma de actuar que el jefe policial tiene hacia otros integrantes del Cuerpo, "para los que sí propone expedientes por faltas leves, lo que denota un claro favoritismo" dentro del colectivo.

En la misma línea, se denuncia que el subinspector Eduardo Pérez ha obligado a agentes a trabajar sin cumplir el mínimo de descanso obligatorio entre jornada, "cuando son descansos establecidos por diversa normativa europea, así como en el acuerdo entre la administración (ayuntamiento) y el Cuerpo".

En este caso, este sindicato hace mención a un hecho ocurrido "la noche del pasado 24 de mayo". En esa fecha, "un agente acabó su turno de trabajo a las 2.15 horas de la madrugada y el jefe le obligó a incorporarse al servicio a las 8.00 horas de la mañana siguiente, para cumplir con una jornada de 14 horas". El policía afectado le advirtió en reiteradas ocasiones al subinspector de que no estaba respetando su descanso mínimo, "pero sin hacer caso ordenó que se incorporara al servicio sí o sí", denotando "una falta evidente de previsión por su parte en los servicios", lo que ya es "una costumbre", tal y como se denunció durante los pasados carnavales.