El 23% de la población canaria padece fatiga mental, lo que provoca dispersión, pereza, falta de atención y de claridad; además, disminuye nuestra capacidad resolutiva. En cambio, cuando se siente la vitalidad una persona se siente imparable, con pensamientos creativos que suscitan energía y fuerza.

La psicóloga Ana Bueno recomienda "crear un clímax interior de bienestar" para afrontar desde el psiquismo positivo la fatiga diaria causada por el cansancio y el estrés de cada día y revitalizarnos cultivando buenos hábitos emocionales, practicando ejercicio físico e incluir una dieta variada y equilibrada".

Esta dieta debe incluir vitaminas del grupo B y suplementos nutricionales como el ginseng, que incrementan la resistencia orgánica.

La psicóloga Ana Bueno explica que un alto porcentaje de los canarios padece falta de vitalidad y que eso les afecta a su calidad de vida.

"Los afectados sienten cansancio excesivo, irritabilidad, mal humor, reaccionan de forma desproporcionada y padecen dolores musculares, migrañas, problemas digestivos y un largo etcétera".

La especialista advierte de que "estos síntomas pueden ser signo de que existe alguna patología, por lo que debe acudirse al médico de cabecera".

Sí el cansancio persiste sin existir ninguna razón, puede ser síntoma o señal de que el individuo debe hacer algo, retomar los mandos de su navío. Esto se puede hacer y cuidar.

Nuestros hábitos o condicionamientos mentales nos impiden una correcta utilización de nuestras capacidades, pero se pueden aprender nuevos hábitos emocionales, al igual que creamos hábitos alimenticios y de la práctica del ejercicio físico.

Padecer fatiga mental no es algo raro. De hecho, la psicóloga confirma que "simplemente nuestro día a día cotidiano puede provocar que padezcamos este estado. En la época que nos toca vivir estamos esforzándonos a diario física y psíquicamente: trabajamos fuera, cumplimos con las obligaciones familiares y económicas, administramos nuestra casa, todo esto en ocasiones se convierte en compromisos generadores de tensión".

El enemigo es el estrés

El generador más común de la fatiga crónica es el estrés. Según detalla la psicóloga Ana Bueno, "normalmente este estado surge cuando nos enfrentamos a situaciones que nos obligan a mantener un alto nivel de rendimiento, por lo que debemos aprender a tener consciencia de nosotros para podernos situar desde ahí y tomar pequeñas pausas en el día, tan sencillo como sentir nuestra respiración, retomar una afición olvidada, compartir una comida, son pequeñas acciones que nos ayudan a cuidarnos a nivel mental. Y es que un esfuerzo excesivo no es útil para sentirse bien. Es mejor ir poco a poco instaurando nuevos hábitos que exijan poco esfuerzo, que sean sencillos y con metas alcanzables.