La Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) ha detectado un fraude millonario en la gestión de la ayuda económica que diferentes ONG canalizaron entre 2003 y 2007 y que estaba dirigida a la población de los campamentos saharauis en Tinduf (Argelia), según la denuncia que ha presentado este jueves Manos Limpias ante la Fiscalía Anticorrupción.

La petición de apertura de diligencias se dirige contra los autores materiales del citado fraude, que según Manos limpias son responsables del Polisario y la Coordinadora Estatal de Asociaciones solidarias con el Sahara (Ceas-Sahara) por fraude en la ayuda humanitaria" destinada a los campamentos de Tinduf, así como "contra los cómplices , encubridores y cooperadores necesarios en este masivo fraude."

Según la denuncia que ya obra en manos de la Fiscalía, y al que ha tenido acceso Europa Press, el fraude rondaría los 20 millones de euros y se habría basado en la manipulación de cifras y del censo de los refugiados en los campamentos, desvío de dinero y venta de alimentos de la ayuda en los países vecinos de la zona.

Para los denunciantes "es evidente que en España, desde el Gobierno Central y desde los Gobiernos de las Comunidades Autónomas, en base a las estructuras orgánicas que tienen sobre Cooperación Internacional, participan a través de los delegados del Polisario y a través de las ONG, en la recepción y distribución de esas ayudas económicas y alimentarias".

Añaden que "los representantes del Polisario en España" canalizan las peticiones de ayudas a las diversas Comunidades Autónomas para ayudas a los referidos campamentos de refugiados, el siguiente paso es la adjudicación a diversas ONG y "el último paso del ''iter'' fraudulento, culmina en la denominada Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sahara (CEAS-SAHARA)", cuyo responsable es Jose Taboada Valolés.

CONTROL "IN VIGILANDO"

La denuncia añade que "la falta de control in vigilando, por parte de las diversas autoridades españolas y la falta de unas auditorias por parte de los órganos fiscalizadores de las diversas Comunidades Autónomas y del Tribunal de Cuentas han hecho posible que ese gran fraude siga impune".

A juicio de Manos Limpias, el informe de la OLAF engloba todas las ayudas de los Gobiernos de la Unión Europea, por lo que cada uno de ellos debe responsabilizarse de que sus ayudas aportadas a la Unión Europea para esta finalidad sean transparentes y no opacas.

Entre las diligencias a practicar, los denunciantes piden a Anticorrupción que recabe del Gobierno de la Nación y de los Gobiernos de las Comunidades Autónomas, los expedientes de los últimos 5 años de la concesión de estas ayudas y los informes de fiscalización al respecto.

Piden también que se fiscalice a las ONG las que se le han concedido las subvenciones para ese fin, así como la de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sahara y se proceda a elaborar una lista de representantes del Polisario en España, que han solicitado las ayudas al respecto.

SOBREESTIMACIÓN DE REFUGIADOS

El informe de la OLAF aportado a la Fiscalía habla de "sobreestimación del número de refugiados" que la Comisión Europea asiste desde 1975 y de desvíos "masivos y sistemáticos" de la ayuda humanitaria desde el puerto argelino de Orán.

Otra parte de la ayuda se habría sustraído, según dicho informe, en el trayecto entre Orán y el campamento de Rabuni, al sur de Tinduf, mediante el uso de "depósitos clandestinos" junto a los oficiales que se utilizan para almacenar parte de la mercancía destinada a la reventa.

Los investigadores han confirmado también la existencia de productos de ayuda que llevaban el sello de la Dirección General de la Ayuda Humanitaria y Protección Civil (ECHO) destinados a los campamentos de Tiduf en los mercados públicos de Nuakchott en Mauritania a 1.500 kilómetros de distancia, o de Bechar, en Argelia a 800 kilómetros de distancia.

El informe alerta asimismo de "la utilización de prisioneros, de guerra o civiles, como mano de obra en el desvío, para la construcción de instalaciones financiadas con la ayuda internacional, así como del reemplazo de alimentos de buena calidad por otros de menor calidad.

A nivel logístico, el informe de la OLAF observa además que el transporte de Orán a Rabuni en vez de durar 5 días tarda entre 15 y 49, "lo cual constituye otro modo operatorio utilizado para desviar la ayuda humanitaria".