Una Isla y tres ciudades al borde del colapso deportivo. Pendientes de un descenso que pondría en serio riesgo la supervivencia de sus equipos representativos. Son 98 las temporadas en Primera División entre las cuatro escuadras y 140 en Segunda. Pocas veces se han visto fuera del fútbol profesional, pero en estos tiempos de crisis sería una herida de muerte para cualquiera de ellos. Por eso, se vive este final de curso con especial intensidad. Cualquier arma vale para alcanzar la salvación: entrenamientos a puerta cerrada, negar entradas al rival, motivar a la afición en las redes sociales...

Pamplona. El Osasuna pondrá a la venta hoy su último millar de entradas para la final de este domingo contra el Recreativo de Huelva. Se trata de un duelo directo que afrontarán los de Enrique Martín mirando de reojo a Santander, donde esperan una ayuda de la Ponferradina. El hashtag #yosoyrojillo ha calentado el ambiente en las redes sociales para que la afición no falle. Mientras, los jugadores se concentran en cumplir con su tarea. "Nosotros nos hemos metido y nosotros tenemos que salir porque bajar a Segunda B sería dramático para este club", decía ayer Roberto Torres que no se fijó mucho en otros partidos. "Primero a cumplir con nuestra misión y luego veremos lo que pasa en otros sitios", dijo.

Santander. También ha habido hashtag entre los aficionados del Racing de Santander. Con #ElSardinerolleno se han fotografiado desde el presidente Tuto Sañudo a los componentes del cuerpo técnico y la plantilla. Se espera una entrada superior a las 16.000 personas. Solo ayer se vendieron 1.561 localidades, según informó a través de su cuenta de twitter el club cántabro. Ha sido una semana de confraternización. El pasado miércoles hubo almuerzo entre directivos, entrenadores y jugadores. Eso sí, jugará su final con siete bajas seguras: Juampe, Iñaki, Concha, Borja, Granero, Francis y Oriol no estarán. Además, en el capítulo de dudas están Fede, Andreu y Mario.

Huelva. Las esperanzas de conseguir la permanencia son remotas, pero la plantilla es la que más confía en sus posibilidades. "Ya prácticamente nadie confiaba en nosotros, pero no hemos perdido la fe", ha asegurado Dani Sotres en rueda de prensa. Las cuentas están claras: ganar en Pamplona y, una semana más tarde, en casa ante el Barcelona B. Además, hace falta que tropiecen Tenerife o Racing en sus dos encuentros restantes. Mientras, el entrenador José Domínguez ha querido "encerrar" a los suyos en el Nuevo Colombino para entrenar en soledad antes de la batalla de El Sadar. Mientras, los aficionados del Decano se quejan por el trato del rival. Solo 200 entradas concedía el Osasuna, pero el plazo que otorgaba para adquirirlas era de cuatro horas. El Recreativo de Huelva renunció a esa remesa de localidades y muchos seguidores onubenses expresaron su malestar en las redes sociales.