Tiene 39 años y está casado "por la iglesia". Nació en Santa Cruz de Tenerife, pero ha desarrollado parte de su vida adulta en La Laguna, donde está la casa de sus abuelos, estudió, se casó y nacieron sus dos hijos (niño y niña). Allí también lo invadió el gusanillo de la política.

Para muchos, Rubens Ascanio Gómez pasó a formar parte de su vocabulario habitual desde la noche de este domingo, cuando las urnas de La Laguna colocaron a la formación política que encabezaba, Unid@s se Puede, como la segunda con más apoyos de los laguneros. Por delante de PSOE y PP, y a un solo concejal de la todopoderosa Coalición Canaria (CC).

Sus "apariciones" políticas anteriores con Alternativa Popular Canaria (APC) -2003 (Parlamento canario), 2004 (Congreso) y 2007 (Parlamento canario)- apenas le habían dado notoriedad pública.

Es más, si se consulta la hemeroteca, tuvieron mucha más relevancia mediática y social sus intervenciones como miembro del Sindicato de Estudiantes Canario (SEC) y, sobre todo, de la organización juvenil Azarug. Del primero dice que es una auténtica escuela de formación de personas comprometidas con su realidad. "Una escuela política", precisa.

De esa época de estudiante revolucionario que más de una vez le obligó a correr delante de la policía, Ascanio asegura que le queda todo "salvo la coleta". Ese era un rasgo que lo distinguía y que perdió hace pocos años.

Desde el pasado domingo, su nombre se ha buscado en la red casi tantas veces como votos obtenidos. Y no fueron pocos, más de 12.000. Formado en el colegio Montessori de Santa Cruz, en el que había "un busto de Lenin en la Secretaría", el ahora concejal electo de Unid@s se Puede cree en el compromiso político como herramienta de cambio colectivo, en las personas y en su capacidad de transformar la realidad.

"Pienso que hace falta construir un mundo mejor desde abajo, desde los municipios, para que nuestros hijos e hijas tengan una vida mejor", afirma. Para eso no ha fallado a ninguna votación desde que cumplió 18 años. Y van unas cuantas.

Licenciado en Historia por la Universidad de La Laguna, a Ascanio le gusta la novela histórica y de viajes. Ahora, a pesar del ajetreo de las elecciones, está enfrascado en la lectura de "Recuerdos y epistolario", de Sabino Berthelot.

Y si hubiera tenido la posibilidad, comenta, le hubiera gustado conocer a Mahatma Gandhi y a Salvador Allende. Como eso ya no es posible, elige a uno que aún vive: José Mújica, expresidente de Uruguay.

Defensor de los servicios públicos, cuando se le pregunta por la fusión de La Laguna y Santa Cruz afirma que su idea pasa más por la mancomunación de servicios. "Cuanto más cercano se funciona mejor en política", subraya.

Con la misma seguridad que dice lo anterior asegura que no pagaría más de 1,50 euros por un café. "Mas sería una clavada". Y con esa soltura, también precisa que se mueve en transporte público. "No tengo coche. Soy el perroflauta perfecto", ironiza.

Si se alinean unos cuantos planetas, Rubens Ascanio Gómez también puede ser el próximo alcalde de La Laguna. Aunque los últimos días haya tenido pesadillas con esta posibilidad.