La alcaldesa en funciones del Puerto de la Cruz, Sandra Rodríguez (CC), confirmó ayer a EL DÍA que la obra de emergencia para asegurar la calle Tegueste y volverla a abrir al paso de peatones cuesta unos 200.000 euros. La actuación propuesta por la empresa encargada del estudio de emergencia de la zona plantea la creación de una pantalla de micropilotes de acero y hormigón para apuntalar un tramo de unos veinte metros de vía y la casa más cercana al derrumbe.

La colocación de estos micropilotes pretende dar estabilidad a la zona y evitar posibles derrumbes, pero Rodríguez recalca que "no es la solución definitiva". Para resolver por completo el problema en este tramo de la calle Tegueste habrá que "invertir casi dos millones de euros, elaborar un informe de impacto ambiental y recibir los permisos de Costas para actuar allí", señaló la alcaldesa.

Esa inversión de dos millones de euros se centra en el tramo del derrumbe, por lo que tampoco sería una solución a todo el problema de la inestabilidad de la costa de Punta Brava, que requeriría una millonaria inversión a largo plazo. Según afirmó Rodríguez, la solución definitiva pasa por construir un dique en toda la costa acantilada de Punta Brava y levantar un muro de hormigón de cinco metros de anchura para aislar la base del acantilado y evitar la erosión natural del mar. Una obra faraónica.

Rodríguez reconoció ayer que los técnicos han detectado la presencia de otra cueva bajo la placeta del extremo de la calle Tegueste -adornada con un mural de plataneras- y la casa anexa, "por lo que vamos a tener que plantear también la realización de otro estudio de emergencia en ese lugar".

"La situación en la placeta y la casa anexa es delicada y grave, pero como la zona está acordonada y la casa está deshabitada por ahora no tenemos que tomar medidas adicionales", subrayó Rodríguez.