Transcurridos siete días desde la todavía reciente celebración de la jornada electoral del 24 de mayo, conservo intacto el sentimiento de gratitud por la confianza mayoritaria depositada en los integrantes de la candidatura que tuve el honor de encabezar, bajo las siglas de CC-PNC. En buena medida, considero que dicha respuesta viene a evidenciar el respaldo a la gestión desempeñada en los últimos cuatro años. No obstante, se trata de un agradecimiento que hago extensivo al conjunto de los ciudadanos que decidieron ejercer su derecho al voto, contribuyendo al fortalecimiento de las instituciones encargadas de administrar y gestionar los recursos públicos; en nuestro caso, el Ayuntamiento.

Como ya he comentado en estos días, mantengo el firme propósito de seguir siendo, durante el próximo mandato, el alcalde de todos los santacruceros. Sin distinciones de tipo alguno. El regidor de los cinco distritos y de los más de ochenta pueblos y barrios que conforman nuestro municipio. La persona dispuesta a escuchar las opiniones, juicios y sugerencias de cualquier vecino, por encima de afinidades o diferencias partidarias, alejado de sectarismos. Tal y como hice en el mandato pasado, seguiré poniendo a nuestra capital y su futuro por encima de cualquier cosa. No conozco otra manera de servir a mis vecinos. Confío, además, que los 27 concejales de la corporación coincidamos en esta misma predisposición.

Para que esto sea así necesitaremos trabajar sobre la base del diálogo. Es cierto que en los últimos cuatro años conseguimos pacificar, en cierto modo, el clima de crispación que imperaba en el Ayuntamiento a nuestra llegada. Dijimos más de una vez que muchos vecinos ya tenían bastante con sus problemas cotidianos para encontrarse, además, con un consistorio en permanente estado de crispación. La normalización a la que hemos llevado esta administración y las expectativas de recuperación advertidas en el entorno hacen que vislumbremos un panorama diferente. Nos hallamos ante un periodo de esperanza, especialmente propicio para el consenso y la colaboración.

Comprometido con las personas, especialmente con las más desfavorecidas, partimos de un programa estructurado en cuatro ejes: la atención social y la vivienda, la economía y el empleo, el litoral y los barrios. Son apartados primordiales en los que seguro que todos coincidimos, por encima de pequeños matices, y que requieren actuar con decisión. En muchos casos, además, vamos a necesitar una implicación decisiva de otras administraciones, como los gobiernos del Estado y de Canarias y el Cabildo Insular. Tanto desde la voluntad como del Derecho. Porque Santa Cruz exige el tratamiento debido como cocapital de Canarias. Ni más ni menos. Sin depender de los colores de quienes desempeñen papeles de gobierno u oposición en esas instancias.

Estoy convencido de que contamos con elementos suficientes para afrontar este periodo con ánimo renovado. Seguiré siendo cercano a la gente, honesto en la gestión y pegado a los barrios. Tengo toda la ilusión del mundo para completar la tarea iniciada en 2011 y terminar de poner a Santa Cruz en la línea del progreso. Tras rebajar la deuda del Ayuntamiento y deber menos a los bancos, disponemos de recursos para seguir reduciendo impuestos y volver a invertir en el municipio, especialmente en los barrios. Vamos a poner todo nuestro afán en el incremento de la calidad de vida en esta ciudad, volcados con los vecinos y centrados en la reactivación económica y la generación de puestos de trabajo. En definitiva, en la recuperación de Santa Cruz como capital de oportunidades. Por eso valoramos la confianza renovada. Con suma gratitud.

*Alcalde en funciones de Santa Cruz de Tenerife