Moisés Afonso nació en el municipio de Icod de los Vinos en el año 1977 y es hijo de un herrero tradicional, de la familia conocida en el Noroeste de Tenerife como "Los Tajarras". Después de cursar estudios en el IES San Marcos, en la especialidad de electricidad, decidió encaminar su vida laboral en un campo que había vivido de cerca en el seno familiar, la herrería. En la actualidad presume, con disimulado orgullo, de ser uno de los pocos herreros de Canarias, si no el único, dado de alta en este epígrafe como autónomo. Poder sobrevivir pura y exclusivamente de esta actividad es para él un éxito vital. En Canarias hay más herreros, pero puntualiza que otros no tienen dedicación exclusiva ni están dados de alta como profesionales de este oficio milenario.

Su historial académico se completa en la capital de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, en la Escuela de Arte de Toledo, donde se licencia en Bellas Artes en la especialidad de Escultura en Metal en las Fraguas.

De regreso a su tierra natal monta su espacio de trabajo en la calle Jazmín número 5, en el núcleo de El Calvario. Desde donde trabaja incansablemente para poder cumplir con los compromisos que adquiere con su clientela; entre la que se encuentran instituciones públicas y empresas.

El palmarés de premios obtenidos por Moisés Afonso va casi a uno por año. Destaca que en 2011 consiguió alzarse con un segundo premio Toledo con la escultura "Forjadora de sueños"; en 2013 quedó cuarto en el Concurso Nacional de Esculturas de Metal, y en ese mismo concurso, en 2014, logró el primer premio.

Este icodense fue pregonero este año de las fiestas mayores de su pueblo, en honor a San Marcos, y lo describe como "un honor y un orgullo". A su juicio, "haber pregonado las fiestas llevando la fragua al escenario, forjando en vivo, trabajando ante mis vecinos, me ha convertido en el único herrero-pregonero de España".

Afonso agradece a instituciones públicas como el Cabildo de Tenerife o el Gobierno de Canarias que cuenten con él para dar a conocer al público en general y a los escolares los secretos de un oficio en vías de extinción.

Este artesano del metal tuvo la oportunidad de mostrar su arte a unos 800 escolares que participaron en el VIII Encuentro con los Oficios, los Juegos y la Música Tradicional Canaria, que organizó la Asociación Cultural Pinolere. Desde este colectivo se destaca la "vocación didáctica" de un herrero que ama su trabajo y lo enseña con la misma pasión con la que martillea el yunque junto a la fragua.