El presidente del Consejo Económico y Social (CES), Marcos Peña, ha valorado hoy la recuperación económica registrada en 2014, pero ha alertado del deterioro social y la desigualdad que lastran la situación de España por culpa del elevado desempleo.

En una rueda de prensa para presentar la Memoria Socioeconómica y Laboral de 2014 del CES, Peña ha dicho que conviene celebrar los datos macroeconómicos del pasado año, que supusieron la vuelta al crecimiento económico y la creación de empleo.

No obstante, ha enfatizado que España sigue teniendo una tasa de paro muy elevada, un desempleo que además Peña ha descrito como "de gestión muy difícil" ya que está muy segmentado por edades, por sexo y también por distribución geográfica.

El responsable del CES ha destacado que hay un millón de parados de larga duración con más de 45 años y ha dicho que su recolocación es muy difícil porque, en muchos casos, carecen de formación.

Además, ha señalado el aumento del empleo a tiempo parcial con una característica identificativa de España respecto a otros países europeos: la involuntariedad.

Así, el 64 % de los que tienen este tipo de contratos en España preferiría tener un trabajo a tiempo completo frente al 30 % de la UE.

"Nuestra calidad de vida responde a nuestro mercado de trabajo", ha dicho Peña, para añadir que si el entorno laboral es malo desde hace mucho tiempo, "nuestro cuerpo social está dañado y eso es incontrovertible".

Ha afirmado que "el edificio se agrieta, se tambalea, pero no cae" para describir que los sistemas de protección aguantan "pero con muchos problemas".

En este aspecto, ha hablado de los problemas de la sanidad y la educación, afectadas por los recortes, y del sistema de pensiones, que en su opinión tuvo en 2014 un "desarrollo adecuado" pero cuyo futuro depende de la evolución demográfica y el empleo.

"La desigualdad es una seña de identidad de nuestra época", ha declarado Peña, quien ha dicho que lo más importante para contrarrestarla es blindar los sistemas de protección.

Por último, ha mencionado que los hogares tuvieron en 2014 una mayor disponibilidad de renta, pero ha dicho que "la capacidad de resistencia" de las familias "está casi agotada", ya que prácticamente todo su consumo se destina a alimentación y vivienda.