El cabeza de lista y concejal electo por el Partido Popular (PP) en La Laguna, Antonio Alarcó, aseguró ayer que llegará a la última instancia del contencioso electoral tras la impugnación de dos mesas presentadas por su formación contra los resultados del pasado 24 de mayo en Aguere, después de que la Junta Electoral de Zona (JEZ) rechazara su recurso.

El objetivo principal del líder de los populares en última instancia es que la Junta Electoral Central (JEC) suspenda los resultados de las citadas mesas por lo que considera "irregularidades" para que así se vuelva a realizar un recuento y se le sume un concejal que perdería, en este caso, la coalición Unid@s Se Puede (USP). De lograrlo, PP, PSOE y USP lograrían idénticos resultados: 5 concejales, mientras que CC ampliaría su ventaja sin hacer nada con respecto a ellos al haber obtenido 7 sillones.

De no resolverse esta situación antes del próximo sábado, día 13, en el ámbito nacional de la JEC, el ayuntamiento no se podría constituir y en el caso de que al PP no se le diera la razón llevarían "el recurso hasta el final por la vía del contencioso electoral", explicó el prestigioso cirujano en el marco de una rueda de prensa convocada con el objetivo de dar a conocer su predisposición a los pactos y a dar estabilidad del gobierno municipal.

Alarcó se mostró esperanzado de que al final se le dé la razón al PP en este asunto en el que va absolutamente solo, precisamente porque CC se descabalgó de la impugnación una vez que la JEZ rechazó las tesis populares. Recordó sobre ello que en la anterior legislatura el PSOE de Javier Abreu perdió un concejal por una impugnación en favor de Socialistas por Tenerife (SxTF) comandado por Santiago Pérez.

En otro orden de cosas, el líder de los populares lagunero señaló que el objetivo del partido tras los resultados electorales será encontrar "las fórmulas de consenso" necesarias para conformar un gobierno estable.

"Nunca buscaremos fórmulas ideológicas, sino propuestas que den estabilidad", justamente lo que necesita "un municipio con problemas serios a nivel social y económico que afectan a muchos vecinos. Ahí estaremos nosotros y defenderemos esta postura".

Recalcó que la estabilidad del gobierno será la clave y destacó que justamente uno en minoría perjudicaría a los ciudadanos: "Un gobierno en minoría puede estar sometido a vaivenes y por tanto no tendríamos estabilidad".

Antonio Alarcó criticó abiertamente que otras formaciones políticas en el ámbito local y regional estuvieran hablando de repartirse "los puestos" entre ellos, algo que no entiende porque en ningún caso eso es sinónimo de estabilidad y no contemplan a los vecinos, que según los resultados electorales "nos piden consenso" al existir más sensibilidades en el arco plenario del nuevo gobierno que debe nacer.

Reconoció la existencia de alguna conversación informal con otras formaciones para conformar gobierno, que no le corresponde tomar la iniciativa para hacerlo y puso en discusión la política de exclusión de algunas formaciones.