Los mejores guionistas de las películas sobre el poder político (y económico) tienen un filón desde ayer en Canarias. En realidad, lo tienen desde hace mucho, pero esta vez los protagonistas se han superado. CC escenificó en la tarde de ayer una aparente voladura controlada, casi maquiavélica (en su acepción perversa) y profundamente estudiada de su pretendido pacto en cascada con el PSOE, que finalmente se ha quedado con cara de estulticia, salvo que en el juego de sumas y restas acepte cogobernar Canarias con CC pese a la jugada sufrida en Santa Cruz y, más que presumiblemente, en buena parte de las instituciones.

Mientras la mesa negociadora de CC y PSOE mantenía una reunión de cuatro horas en el hotel escuela de Santa Cruz, un simple anuncio de presentación del pacto entre CC y PP en la capital tinerfeña se convirtió en epicentro del volcán. La explosión llegó enseguida a los negociadores y, según fuentes solventes, sorprendió en un primer momento más a los miembros de CC que a algunos del PSOE. La consecuencia inmediata fue que el portavoz socialista, Francisco Hernández Spínola, calificó ese "fuego" bramado por Bermúdez como "bomba" y dio por suspendida la negociación. Eso sí, la palabra "suspendida" no es baladí, ya que no usó el término "rota".

En el otro lado, la estupefacción y cabreo de José Miguel Barragán y, en menor medida, de José Miguel Ruano confirmaba, para algunos, que esta voladura casi de película se ha fraguado desde el primer minuto a escalas que escapaban a buena parte de los negociadores de CC (a excepción de Rosa Dávila). De hecho, Bermúdez subrayó anoche que contaba con el respaldo de la ejecutiva insular de CC para pactar con el PP, lo que les da la razón a los que, casi desde la noche electoral, indicaron que el alcalde de Santa Cruz no ha actuado en ningún momento por su cuenta, que tenía el visto bueno de Fernando Clavijo para consumar este volantazo con giro de 180 grados y que las consecuencias se traducen en vía abierta a CC en Granadilla, el Puerto de la Cruz y otros sitios para pactar con el PP. No obstante, Coalición Canaria ha convocado hoy su permanente y aún no se descarta el pacto con buena parte de las instituciones con el PSOE.

Eso sí, la jugada es mucho más profunda. Según fuentes de CC, el giro copernicano hará que los pactos anunciados en Fuerteventura y en otras muchas administraciones entre CC y PSC se transformen casi por arte de magia en acuerdos entre CC y PP. Es más, dichas fuentes incluso dan por asegurados para Clavijo los votos de los 3 diputados majoreros, algo que hasta ahora se ponía en duda si se pactaba con los conservadores por la polémica del petróleo y que hacía insuficiente el apoyo de Casimiro Curbelo (ASG) y sus otros dos escaños para alcanzar los 31 en el Parlamento regional.

Lo más retorcido, sin duda, es que, este miércoles y, sobre todo, ayer, CC y PSC habían ido firmando múltiples pactos de cogobierno en seis islas, con El Hierro, Cabildo tinerfeño, Santa Cruz, La Laguna, San Miguel y La Guancha como algunas de las excepciones. Esto implicaba que gobernaría la lista más votada en sitios como Arona, el Puerto o Granadilla, si bien se era consciente de que habría muchas mociones de censura.

La presión de los empresarios y la última opción del PSOE

La explosión del volcán político canario de ayer resulta espectacular por las consecuencias de la lava en infinidad de instituciones, pero la clave radica en saber qué lo ha motivado. Según fuentes de CC y PP, justo desde que se conocieron los resultados electorales del 24 de mayo en buena parte de las administraciones isleñas, las presiones de sectores empresariales a CC para que se evitara un pacto con el PSOE y se virase todo hacia el PP han resultado más que fuertes y evidentes, hasta el punto de que, en principio y en muchos cabildos y municipios, se traducirá en un acuerdo entre nacionalistas y conservadores.

Aparte del consabido y profundo malestar en Santa Cruz en estos sectores por la situación del mamotreto y con el restante proceso de Las Teresitas, la travesía progresista hacia la que parece orientarse España obligaba a estos empresarios a tratar de hacer todo lo posible para poner murallas en las instituciones canarias donde fuera factible. Perdidas muchas de las administraciones claves de Gran Canaria en favor de pactos de izquierda, resultaba fundamental girar en Tenerife y La Palma. Si en estas islas estallaba el pacto CC-PSC, podía darse un efecto dominó en el resto de islas, quizás con la excepción de La Gomera por el impresionante efecto Curbelo. Detrás de esto, según numerosas fuentes, está la ATI más profunda, originaria y conservadora, afincada, sobre todo, en Santa Cruz.

Frente a estas lecturas, existe otra que coincide con la que manejaban estas semanas importantes dirigentes del PP. Según estas fuentes, el PSOE aún tiene la opción de gobernar en Canarias con CC si considera que eso es un mal menor, por mucho que tenga que aceptar lo de Santa Cruz, el más que presumible pacto CC-PP en el Cabildo tinerfeño, lo mismo en otros cabildos y en municipios tan relevantes como el Puerto o Granadilla. La clave radica en si CC perdía o no sus 3 diputados de Fuerteventura por pactar con el PP. Según varias fuentes, esto ahora parece solucionado, con lo que a Clavijo le bastaría con un apoyo exterior de Curbelo (ASG). Además, tampoco se descarta que el PP respalde a los nacionalistas desde fuera hasta, por lo menos, las elecciones generales, si bien su carta en blanco a CC sobre consejerías le acerca mucho a cogobernar la Comunidad.

Había un preacuerdo con el PSC en el Cabildo

Lo retorcido del guion de ayer se vuelve casi surrealista si se atiende a que consejeros de CC del Cabildo tinerfeño daban por hecho al mediodía un preacuerdo en esta institución entre nacionalistas y socialistas con, incluso, reorganización de las áreas. De hecho, CC había reclamado al PSOE recuperar Carreteras, reducir las vicepresidencias y reestructurar el departamento de Servicios Sociales, peticiones que, en principio, había aceptado el PSC. Eso sí, y según ha podido saber El Día, el ahora presidente en funciones, Carlos Alonso, tendía más a apostar por un pacto con el PP, si bien existe cierta preocupación por que Manuel Domínguez le erosione espacio sociopolítico y pueda incluso voltear las elecciones en 2019, tal y como ha hecho con CC en Los Realejos, donde ha logrado que CC pase de 10 a un único edil.

Panorama variopinto en muchos municipios

Pese a la jugada de las altas esferas de CC, hay municipios que, por aritmética o por relaciones personales, solo han multiplicado su incertidumbre desde ayer. Es el caso de Tacoronte, Icod, La Guancha y otras localidades donde, a priori, CC prefería al PSOE. Además, en La Laguna y Arona, con Candelaria ya cerrada, todo apunta ahora a gobiernos de izquierda.