El camarero y presidente de los custodios de Nuestra Señora de las Nieves, Julián Cabrera Martín, acompañado por concejales y otros amantes de las Fiestas Lustrales, ha recorrido el trayecto que discurre desde la iglesia de la Patrona hasta el templo de la Encarnación, al objeto de comprobar las actuaciones que se tienen que llevar a cabo para el normal discurrir de la romería del trono hasta la parroquia matriz de El Salvador y de la procesión de bajada de la imagen de la Patrona hasta la iglesia de la Encarnación, un día antes de que entre en la ciudad.

El concejal electo responsable de la romería del trono, que se celebrará el próximo 28 de junio y para la que se esperan más de 60.000 personas, Juan Arturo San Gil, informó a EL DÍA de que "se ha comprobado, como ocurre cada cinco años, que hay que cortar vegetación y tensar tendidos de telefonía para facilitar el paso de la Virgen". Este año también es preciso "asfaltar un tramo de la vía", desde el acceso a la urbanización Benahoare por la subida del Planto hasta la plaza de la Encarnación, "una actuación que es muy necesaria, debido a que el estado del pavimento es bastante mejorable".

El recorrido realizado ha servido además "para definir los puntos de agua que estarán a disposición de los romeros desde La Dehesa hasta la Encarnación, con su señalización correspondiente; en principio, serán ocho", así como "los avituallamientos de sangría, que serán tres".

Otros de los trabajos que se deben desarrollar para el desarrollo de estos actos de las Fiestas Lustrales son "finalizar los planes de seguridad y la adjudicación del servicio de ambulancias, que se ha sacado a concurso público, para los posibles desalojos", señaló San Gil.

El concejal electo delegado de la romería de bajada y también de subida del trono de la Virgen, tiene claro que los actos que están bajo su responsabilidad son "fiestas que organiza el pueblo y nosotros lo único que podemos hacer es colaborar".

En este sentido, informó de que "queremos incorporar carretas y carrozas desde el barco de la Virgen y hasta el puerto, con un concurso de embellecimiento, de tal forma que los romeros lleguen hasta el final del trayecto. Se trata de carretas pequeñas, de las que se suelen emplear en muchas romerías y que realizan los propios ciudadanos".