El cronista lleva una semana de locos; casi como el ambiente que le rodea. Esquizofrenia me sobra. Entre cifras, siglas, reuniones y resultados, la cabeza se asemeja al chiste del gomero; sí, el muy conocido de las luces traseras del coche: ¡Compadre, mire a ver si se encienden los intermitentes! Y el paisano responde: "Ahora sí, ahora no; ahora sí, ahora no".

Pues eso. Ayer blanco, hoy negro. Antes "pactamos con estos"; (y al rato) "ya, no; vamos con esos otros".

Definiciones y sobresaltos, cambios de opinión y de intereses, para todos los gustos. Y varios tipos de acuerdos. A saber, si es un pacto en "cascada": pacto mojado; si en "pirámide": pacto egipcio (por lo de la mano para atrás); pacto de "estabilidad": pacto del equilibrista o también llamado de Pinito del Oro; pacto "roto": pena de silla y a llorar al valle.

El cronista ha estado muy atareado cubriendo información en los lugares en donde se han celebrado los actos, se han firmado los pactos, para hacer los repartos (de poder). Y ya expresé la semana pasada la pesadez que significaba escuchar, a diario, en la radio y televisión y leer en los periódicos, el término PACTO y que ya no voy a repetir hoy (aunque se me note el rechazo).

Y por eso, amigos, estoy..., bueno, hasta donde ustedes puedan imaginar. ¡Sin pasarse!, ¿eh?

Casi todo va a seguir igual, salvo sorpresas.

-¡Que sorpresas, haberlas haylas, como as bruxas! ¡Joder, señor cronista, ha dicho "sor-presa"; ¿quiere decir una monja detenida? ¡Jajaja!

-¡Pues vaya un chiste malo..., y viejo!

-¡ Más viejo y malo era el suyo, el de los intermitentes!

-¡Al grano, qué mosca le pica!

-Pues que me ha gustado el título de su crónica: "Epidemia de Tos". ¿Y eso?

-Pues fíjese que las palabras más usadas en las últimas semanas terminan en la sílaba TOS.

-¿Y nadie está constipado, claro?

-No, acatarrado, no; pero harto, sí.

-Pero harto también termina en To, aunque en singular y usted acaba de decirlo.

-Es lo mismo TO que TOS. Es que el asunto es contagioso..., y no hay vacuna.

-Pues que la traigan de Rusia, como la de la difteria.

-No, no hace falta, aquí "to er mundo es güeno".

-¡Joder, con el To, lo ha vuelto a decir!

-Es que estoy muy jodido.

-¿Por qué?

-Por el roto.

-¿El Roto?, ¿el dibujante humorista?, ¿qué le ha pasado?.

-¡No, hombre, el roto de Santa Cruz!

-Por cierto, "roto" también termina en TO.

-Coño, es verdad, pero esta vez la culpa de ese "roto", dicen algunos, la tiene el alcalde, Bermúdez ha ro...

-...¡Eeehhh, no siga! ¡Otro TO, no; me rindo! ¡Y adiós !

-Y me voy, acabo el alegaTO, con este insensaTO. Arranco la moTO y me marcho a pasar un raTo, con el amigo Pablo MaTO, para olvidar a tanTO candidaTO insensanTO. (¡Joder, estoy fatal...TOdo me da vueltas!)

(Y el cronista llega a El CoTO). En el momento en el que el bueno de Carlos despedía a un cliente:

-¡Ha sido muy graTO atenderle, don TOrcuaTO! ¡ Hola, señor cronista, mi amigo literaTO! ¿ Le pongo un viniTO?

-¡Nooooo! ¡BicarbonaTOOOOO! ¡Glup!

(La culpa es de los pacTOs). ¡Seguro!

-¡ Niñooo!... ¡Marchando! ¡Una de paracetamol para el señoriTO!