Raúl Cámara, el quinto jugador de la plantilla del Tenerife con más minutos en la Liga 14/15, por detrás de Moyano, Carlos Ruiz, Suso y Vitolo, repasa lo sucedido en la temporada y se adentra en la siguiente.

Las vacaciones le estarán sirviendo para eliminar la angustia del tramo final de la Liga...

Sí. Ya teníamos ganas de estar más tranquilos. Viendo cómo se estaban dando los resultados, parecía que íbamos a tener que dejarlo todo para la última jornada, pero logramos la victoria definitiva en el partido con el Betis y ya estamos aliviados. Ahora podemos centrarnos en descansar y disfrutar para volver con las pilas cargadas.

Usted ha vivido un ascenso a Primera, un descenso a Segunda B, temporadas sin mucha historia... ¿Cómo calificaría la Liga 14/15?

Fue normal. No fue ni muy mala ni excesivamente buena. Fue una temporada normal. La Segunda División es una categoría muy complicada y no sabría qué nota ponerle al Tenerife en una campaña en la que nos pasaron muchas cosas y las superamos todas. Esa base de sufrimiento tiene que ser la base para que la temporada que viene seamos conscientes de lo que nos puede llegar a pasar y para que no cometamos los mismos errores y seamos un equipo más maduro.

¿Cómo se las arreglaron para superar esas adversidades?

Siempre he creído en el día a día, en el trabajo, en la capacidad de sufrimiento, en la profesionalidad... Esas fueron las claves del equipo.

¿Llegaron a pensar que no iban a poder cruzar la meta?

Creo que no. Por el potencial del equipo, nunca tuve dudas. De todas formas, es verdad que hubo una serie de jornadas en las que el factor suerte, del que siempre dependes, no estuvo de nuestro lado. En el último tramo de la Liga merecimos ganar los partidos que jugamos en casa y no pudimos. En ese momento sí me preocupé, pero no por el potencial de la plantilla.

¿El aumento de la exigencia llegó a perjudicar al Tenerife?

Sí. Es una realidad. Empezamos con un poco de crispación hacia el míster (Álvaro Cervera). Además, la gente se desilusionó al final de la temporada anterior, porque tuvimos muy cerca entrar en la promoción de ascenso y sufrimos siete derrotas consecutivas que, desde luego, no animaron a la afición. A partir de ahí, el equipo tampoco comenzó la siguiente Liga con los mejores resultados y acabó cargando ese lastre. Pero cuando te acostumbras a competir con esos inconvenientes, acabas siendo mejor futbolista. Espero que esta experiencia nos sirva para que no nos vuelva a pasar lo mismo.

¿La plantilla perdió en ese momento la unidad que tenía?

Llegaron muchas incorporaciones y un mes no es suficiente para acoplar a una plantilla. Pero eso es normal. Quizás el grupo no supo cohesionarse bien, pero eso puede pasar en cualquier club.

Habló antes de crispación. ¿Se sintieron solos en algún momento?

No. Si soy sincero, creo que no fue así ni por parte del club ni por parte de la gente. Sí es verdad que te sientes mal porque, a lo mejor, estás generando derrotismo y pesimismo sin querer y, sobre todo, por desilusionar a los aficionados.

¿Qué presentimiento tiene para la próxima temporada?

Las temporadas son siempre muy duras. La que viene será igual o más que la que hemos terminado. Ya estamos viendo qué equipos se quedan en Segunda, los que descendieron, los que están subiendo... Será una Liga igualada, con unos presupuestos muy parejos. Cuando tienes igualdad en lo económico, es importante formar un buen grupo, cuidar la calidad humana y establecer una buena conexión con la afición, porque eso te da puntos y marca diferencias.

Usted renovó su contrato en enero. Antes había firmado Aitor y ahora lo ha hecho Carlos Ruiz. Además, sigue el cuerpo técnico con Agné al frente. ¿Le convence la línea de continuidad del club?

Sí. Siempre he sido defensor de la paciencia y de dejar trabajar. Sé que en el mundo del fútbol eso es complicado, pero el míster ha hecho una gran labor. En cuanto a puntos, el fútbol fue injusto con nosotros. Jugamos mejor de lo que indica la clasificación, aunque es verdad que no estuvimos muy acertados de cara al gol. Con la continuidad ya hemos ganado en algo. El míster conoce al equipo, al club y a la afición, y esa es una ventaja que tenemos que aprovechar.

Participó en 36 encuentros y sumó 3.115 minutos, mientras que en su primera temporada en el Tenerife sus registros fueron de 23 partidos y 1.880 minutos. ¿Qué balance hace en lo personal?

Estoy contento por haber participado y jugado mucho. Intenté hacerlo lo mejor posible. Cuando pasan estas cosas, te quedas con la conciencia tranquila. Pero soy exigente y sé que siempre se puede hacer mejor. Espero rendir igual o mejor el curso que viene.