Carlos Correa, concejal del Partido Popular (PP) en el Ayuntamiento de Santa Cruz, debuta en política y en el grupo de gobierno con la clara intención de "colocar al ayuntamiento en un posición de envidia para el resto de consistorios".

Correa, discapacitado y presidente del club deportivo Ademi Tenerife, quiere hacer la ciudad "accesible para todos: mayores, madres con carritos..."

El concejal, que perdió la movilidad en un accidente de lancha motora cuando tenía 21 años, quiere empapar con una sensibilidad distinta al consistorio y la ciudad. "Son pequeños detalles importantes para las personas", argumenta.

Como ejemplo pone actividades tan sencillas como ir de compras o a tomar algo. Una persona con discapacidad siempre tiene que pensar dónde va a ir, si es accesible o si podrá pasar por la puerta. "Me pasaba en la campaña, que íbamos a determinados sitios y yo no podía entrar y me tenía que quedar en la puerta", explica.

Para él, en pleno siglo XXI es "inaceptable" que en determinadas "instituciones públicas no se note nada la accesibilidad".

Y como muestra su propia toma posesión como concejal este sábado pasado. El consistorio tuvo que instalarle una rampa, asignarle uno de los asientos en la esquina y entró con el secretario del Pleno, en lugar de con el resto de concejales.

Para el juramento tuvo que salir por la puerta de atrás para volver a entrar por la lateral y, ayudado por la ujier, salvar el escalón que le separaba de la mesa para el juramento. "El resto, en un salto, ya estaba en el sitio", recordó.

Para la votación, la presidenta de la Mesa, Marisa Zamora, le acercó la urna para que depositara el voto y evitarle otra vez el paseíllo.

Correa reconoce que fue "difícil pero no traumático" adaptarse a vivir con discapacidad. Tal vez por ese motivo este ingeniero técnico industrial de 41 años ha iniciado su camino político con la intención de "cambiar la mentalidad" del consistorio y cubrir esa "cultura de la accesibilidad" que nos diferencia, a peor, de otros países europeos como Francia e Inglaterra.

Este concejal es, en sí mismo, una prueba de superación personal: ha sido cinco veces Campeón de España de Halterofilia Adaptada y tiene una destacada carrera profesional como gestor de banca de particulares de La Caixa.

Su ventaja es que no tiene que pensar en las personas con discapacidad porque él es una persona con discapacidad. Sus observaciones serán objetivas y difícilmente discutibles porque procederán de la experiencia directa. Un gran salto adelante para los chicharreros que se producirá, precisamente, desde una silla de ruedas.