Las autoridades sanitarias de Tailandia examinan a unas 59 personas que han mantenido contacto directo con el primer paciente infectado por el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (SROM) o nuevo coronavirus en su país, informan hoy medios locales.

El ministro tailandés de Salud Pública, Rajata Rajatanavin, confirmó la víspera que un hombre de 75 años procedente de Omán ha dado positivo en los análisis llevados a cabo por dos laboratorios.

El paciente llegó el lunes a Bangkok para ser tratado en un hospital privado de la capital tailandesa por problemas cardiacos y donde se le detectaron los primeros síntomas del SROM.

El varón ha sido transferido a las instalaciones del instituto para enfermedades infecciosas de la capital tailandesa, donde permanece en cuarentena, según el ministerio tailandés.

Tres familiares que viajaban con el infectado, así como pasajeros en el mismo avión que le trasladó y el taxista que los llevó del aeropuerto al hospital están bajo observación y se les ha pedido que permanezcan 14 días en casa.

Las autoridades indicaron que se han tomado precauciones en el caso de que surgiera un brote en las próximas semanas.

Entre las medidas se encuentra el escrutinio y seguimiento de pacientes con posibles síntomas, así como aquellos que hayan viajado a Oriente Medio de manera reciente.

"Hemos dicho a todos los hospitales de Tailandia que deben estar en alerta. Aquellos que regresen de Oriente Medio y Corea del Sur deben ser examinados a fondo", señaló Sphon Mekthon, director del Departamento para Control de Enfermedades al diario "Bangkok Post".

Arabia Saudí es el país más afectado por el coronavirus que ha sido llevado por viajeros a EE.UU. y algunos países europeos como el Reino Unido, Francia, Italia, Holanda, Austria y Turquía.

Actualmente, el virus afecta a Corea del Sur, donde se registra el brote más grande fuera del mundo árabe que le ha costado la vida a 24 personas.

Según las autoridades sanitarias de ese país hay 166 personas afectadas.

El virus, que puede provocar una grave infección de las vías respiratorias, pulmonía e insuficiencia renal, apareció por primera vez en 2012 y es una enfermedad para la que todavía no se han encontrado un tratamiento o una vacuna efectivos.