La Guardia Civil y la Agencia Tributaria, en el marco de la operación Girasol, evitaron la introducción de 1.080 kilos de hachís en la isla de Gran Canaria, con la interceptación de una narcopatera y la detención de sus tres ocupantes, todos varones y de nacionalidad extranjera, durante la madrugada del 12 de junio.

Según informa el Instituto Armado y el Ministerio de Interior en una nota de prensa, fruto de una serie de investigaciones para combatir el tráfico de sustancias estupefacientes, se consiguieron obtener una serie de informaciones sobre la posibilidad de la introducción de droga en la citada isla.

Así, durante la madrugada 12 de junio se desplegó un dispositivo conjunto de vigilancia de un determinado tramo de costa oeste de Gran Canaria, produciéndose por parte de una patrullera del Servicio Marítimo Provincial de la Guardia Civil la interceptación, a unas dos millas de la costa, de una embarcación neumática.

La misma estaba dirigida por 3 personas que transportaban 36 fardos de hachís, produciéndose su detención por un presunto delito contra la salud pública y la incautación de los citados fardos.

En este sentido, la Guardia Civil señaló que parte del cargamento contenía fichas de hachís de pequeño tamaño, además de piezas conocidas como "bellotas", o "huevos", que es la forma en que se prepara esta sustancia para distribuirla posteriormente ingerida en correos humanos, denominados comúnmente como "mulas".

Finalmente, los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Santa María de Guía.