Me inspira este título un libro recientemente editado en Barcelona, del que son autores el coronel Peral Silva y su hija Mireira, educadora, "Una aventura con la luz". En el fondo, es una descripción literaria de un supuesto viaje por el cosmos hasta nuestro sistema solar. Que se recrea en algo vital: la claridad, "hacerse la luz".

Si fuésemos sinceros, incluso los fundadores de los nuevos partidos políticos en danza en España, tendríamos que convenir que no faltan ideas, pero que escasea la claridad. Quizá sea propio de los políticos, con minúscula, y no como entendieron los clásicos Aristóteles, Platón, y nuestros autores del Siglo de Oro español. A veces esa falta de claridad se quiere descubrir con retraso. Dice José Miguel Ortí Bordás, quien con 31 años fue vicesecretario del Movimiento, que "don Juan Carlos veía a Adolfo Suárez con demasiada prisa" (ABC 12-4-2015), aunque -nos permitimos añadir nosotros-, que la prisa le venía a Adolfo y al propio José Miguel, para desmontar el régimen, que vino a traer al rey Juan Carlos. Aunque su abdicación en 2014 también haya sido no sólo con prisa, sino con escasa claridad, como Ana Romero explica en un reciente libro. En cambio, como apunta García Cortázar, en "José Antonio lo que le absorbía era un fervoroso afán de España..., la voz de un hombre entero" (ABC 24-3-2015).

Todo tiene su tiempo, como ha ocurrido con la sentencia de 9 de abril pasado, sobre los bienes de Villanueva de Sijena, de un Juzgado de Primera Instancia de Huesca, declarando nulas las ventas de bienes del monasterio, realizadas en 1893 y 1992, a la Generalitat y al Museo de Arte de Cataluña. Existían tres sentencias de los tribunales eclesiásticos de Roma al respecto, como nosotros, alegamos en la obra "El Estatuto de Cataluña. Una meditación sobre España". Juan Antonio Gimeno, en Heraldo de Aragón, de 30-4-2015, se hace eco detallado de todo ello. Ahora, por fin, viene la luz. Y hemos de alegrarnos.

Y cara al futuro, acaso sea bueno recordar el criterio de Quebec de que antes de aprobar una ley nueva, hayan que declarar por otra ley su derogación previa. En España, con tantos parlamentos autonómicos, legislando, es frecuente acusar de falta de claridad. Incluso para la promoción de emprendedores. Hay mucha rutina, y sobra la defraudación. Tanto que Albert Rivera habla de "promover", y no de "gritar" o "protestar". (Aunque luego no sepamos qué piensa de los impuestos, o del aborto). Y es curioso cómo los líderes sindicales se precian a sacar músculo, cuando sigue predominando en ellos la rutina, el oportunismo.

*Premio Nacional de Literatura