Como en otros aspectos de la naturaleza, la genética juega también un papel importante en el mundo canino. Y de ello saben mucho aquellos que se dedican a la cría de perros con el firme propósito de purificar y perpetuar la raza.

Un ejemplar de dogo canario (más conocido como presa) procedente de un criadero de Tegueste se proclamó Campeón del Mundo Joven hace pocos días, en una muestra celebrada en Milán.

Con solo trece meses, Arminda de Eterna Primavera -la segunda parte del nombre es el criadero del que procede- encandiló a los jueces de una competición en la que participaron cerca de 30.000 perros de todas las razas.

Nacida en Tegueste, pero, curiosamente, criada en Rumanía, la ejemplar de dogo canario se alzó también con el título de "Mejor Joven" y "Mejor Ejemplar del Sexo-Opuesto". Un reconocimiento al alcance de muy pocos.

Y así lo reconocen tanto Cristo Santana como Jénnifer Prior, responsables de los criaderos Crisdoco y Eterna Primavera, respectivamente. De sus corrales salió Arminda y en ellos permanecen sus padres, Galán y Sura de Tierra de Volcanes.

Y si de casta le viene al galgo, también a los presas, pues el propio Galán se había alzado con el trono mundial como mejor ejemplar joven en 2011.

"Es una raza que se ha puesto de moda", reconoce Cristo Santana, dedicado a la cría de esta raza, originaria de las Islas Canarias, desde los años 90 pero que se ha movido entre estos perros desde que tenía seis años.

Además de Galán de Tierra de Volcanes, en su criadero de Tegueste también tiene otros ejemplares con bastante pedigrí. Mocán de Tinerfecan es uno de ellos. Con menos de dos años y medio, en la pasada exposición de Milán logró el tercer puesto en Clase Abierta -para perros de más de quince meses-. Y Lupe de Crisdoco fue campeona de España el año pasado y tercera en Clase Campeones Hembras.

La consecución de estos títulos no es más que el final de un camino que comienza en la elección de la camada. A veces se da con el ejemplar perfecto -Arminda es un ejemplo- y, en otras ocasiones, hay que conformarse con tener un buen perro, que no es poco.

Así ocurrirá con los cachorros que ahora juegan en el patio. A algunos de ellos les espera un futuro muy lejos de Tegueste: Costa Rica, Estados Unidos, Rumanía y Croacia. Hay que mezclar ejemplares para mejorar la raza. Aunque tal vez vuelvan a encontrarse en alguna de las exposiciones que se celebran tanto en España como en otros países de Europa y de América.

Para acudir a ellas y poder certificar a sus perros, los criadores tienen que hacer un desembolso bastante importante, reconoce Santana. Solo el transporte del animal supone unos 300 euros si se viaja fuera de España. "Y para esto no hay ayudas de las compañías", añade. Sí agradecen la colaboración del Ayuntamiento de Tegueste.

Este gasto es al margen del que deben hacer para mantener unos canes que pueden alcanzar hasta 70 kilogramos. "Y la comida es fundamental", subraya Jénnifer Prior. Por eso, si se usa un pienso de alta gama el coste mensual puede ser muy elevado. Claro que eso queda olvidado cuando llega la hora del concurso y el perro resulta vencedor. ¿Cuál será el siguiente campeón con ADN teguestero?