Ramón Miranda cierra su periplo como director general de Deportes del Gobierno de Canarias. Tras cuatro años desempeñando tan ingrato cargo, el cambio político le hace concluir una labor que, en líneas generales, hay que calificar de positiva.

¿Quizás le tocó el marrón de asumir el cargo en los peores tiempos, consecuencia de la crisis?

Suprimiría el "quizás". He gestionado la Dirección General de Deportes más débil de recursos del siglo XXI, sin lugar a dudas. Eso sí, a pesar de ello, con una dedicación absoluta, sin mirar ni días ni horas, como consecuencia de la responsabilidad que en su momento puso el presidente en mis manos. Repasas las últimas legislaturas y en 2002 se contó con más de ocho millones para el Deporte canario, incluso en 2006 la cantidad subió a más de diez millones. Sin embargo, cuando asumí el cargo, en 2012, se contó con 9,4 millones, de los cuales seis eran nominados para los compromisos adquiridos en acabar el Gran Canaria Arena. En el ejercicio 2013 conté con 2,3 millones y en 2015 estamos con 3,1. Realmente complicado cumplir con todos cuando escasea el dinero.

¿Qué actuaciones se priorizaron en la DGD teniendo en cuenta lo limitado de los recursos?

Muchas, a pesar de todo. Mantener las subvenciones a las federaciones deportivas canarias; también las subvenciones a clubes de competiciones nacionales no profesionales, logrando para todos la igualdad de oportunidades en los méritos, lo que me pidieron los clubes y que se cumplió. Conservar y ampliar las partidas al deporte discapacitado, llegando en este 2015 a los 30 mil euros; mantener los centros de tecnificación de halterofilia (La Laguna) y Voley Playa (Arona). También se ha añadido una partida de 300.000 euros para coadyudar al desplazamiento a la Península de los deportistas canarios; hemos potenciado las "pequeñas olimpiadas" con los Campeonatos de Canarias en edad escolar, además de recuperar las subvenciones a los Campeonatos Universitarios de Canarias.

En su etapa el Parlamento se aprobó la ley que permite el patrocinio y publicidad en los clubes de bebibas alcohólicas.

En efecto. Siempre que su graduación sea por debajo de los 5º. Si los clubes lo gestionan con las empresas del sector será una fuente de ingresos por concepto de publicidad que no se recogía anteriormente.

¿Y la Ley Canaria del Deporte?

Fernando Clavijo, candidato a la presidencia, lleva en su programa un estudio de reforma. Se contará con el tejido asociativo deportivo de Canarias y con los colectivos profesionales para establecer las líneas de modificación, para que Canarias pueda contar en 2019 con una Ley del Deporte actualizada a los nuevos tiempos.

La Escuela Canaria.

Ha sido otra iniciativa llevada a efecto, creando la comisión de enseñanzas deportivas, además de trabajarse con las federaciones canarias que han querido involucrarse en este proyecto.

¿Más "palos" que elogios?

La DGD es una de las más vivas y cercanas a la gente desde el organigrama del Gobierno, lo que nos exige la dedicación de 24 horas, como si fuera un alcalde. Muchas veces se nos ha censurado por asuntos que no competen a la DGD. He respondido a cada una de las consultas de clubes, federaciones y deportistas, tratando de aportar ese granito de arena para resolver temas que solo competían a los propios dirigentes. He tratado de hacer "milagros" con los pocos recursos que manejó la DGD.

¿Una anécdota?

Una vez el colectivo del Juego del Palo me pidió una placa para una plaza del macizo de Anaga y ante la falta de recursos gestioné personalmente con un proveedor, quien finalmente no me cobró. No podía fallarles.

¿Cómo deja la DGD?

Totalmente transparente en su gestión y con cero deudas. El que me sustituya lo único que tendrá que hacer es pagar, porque todos los trámites administrativos de las subvenciones de 2015 están encauzados.

¿Cuál fue su gran logro?

Hacer que los clubes y federaciones insulares normalizaran su situación ante el Registro de Entidades Deportivas. Fue clave para la regularización, ya que si no estaban no cobraban subvenciones.