Colas de coches, pasos de peatones estrechos... Ninguna molestia es suficiente para que los comerciantes y residentes en la avenida de Venezuela se quejen de las obras que comenzaron este lunes. Llevan demasiado tiempo esperando por ellas como para empezar a quejarse al primer inconveniente.

Iván González, presidente de la Asociación Zona Comercial La Salud, reconoce que hay algunos fallos de señalización, pero dice que se comentará a la jefa de obra de Dragados. Explicó que desde el primer día los responsables de ejecutar los trabajos les facilitaron un contacto para cualquier molestia o sugerencia. "Las obras siempre molestan, pero hay que hacer de tripas corazón y aguantar" hasta noviembre, que es la fecha prevista para la finalización, recordó.

González también se refirió al paso de cebra del centro de salud, cuya duración es de doce segundos. "Cruzan muchas personas mayores y el tiempo es insuficiente", comentó como otra de las particularidades a subsanar.

Asimismo, en la parte de la obra pegada a la carretera del Barranco de Santos, el paso habilitado para peatones es inexistente, dejándoles en la carretera y sólo separados de los coches por una raya amarilla pintada en el suelo.

"Bienvenidos sean los trastornos y las incomodidades", opina Juan Giraud. "Después de tantas inundaciones era hora de que hicieran algo", dice este vecino de la zona, que recuerda que los comerciantes han sufrido cuantiosas pérdidas . "Al señor de la tienda de mascotas se le murieron animales en la última riada", recuerda.

De la misma opinión es Ángeles San Gil, residente en la zona, que compara estas obras con las del tranvía. "Mire lo mal que lo pasamos cuando el tranvía y lo bien que estamos ahora", recuerda.

Los trabajos consisten en la incorporación de canales de imbornales en la avenida de Venezuela, en el cruce con la calle Princesa Guacimara y también en las confluencias y accesos con las calles Nivaria, Juan Álvarez Diego, Agustín Espinosa y Ramón Trujillo Torres. Además, también prevé la elevación de los pasos de peatones existentes, incluyendo el del cruce con al avenida Islas Canarias, entre otras cosas. El objetivo es que la avenida de Venezuela no vuelva a ser noticia por las inundaciones. Y si así se consigue, pues benditas sean las molestias, piensan los afectados.