Fueron cuatro horas fantásticas en el que el tiempo acompañó y es que la ocasión lo merecía. Tegueste se convirtió ayer en punto de encuentro de tradiciones de nuestros abuelos, una parte de la historia viva de la comarca que los pequeños, jóvenes y no tan jóvenes pudieron disfrutarla en pleno siglo XXI: la siega y trilla tesguestera.

Para ello, la Casa Los Zamorano sirvió para poner en valor las actividades que sirvieron para sustentar los pueblos de las Islas y para tal fin el ayuntamiento teguestero y distintos colectivos hicieron posible en medio de un ambiente festivo conocer los procesos de recogida y tratamiento del trigo.

Todo de manera muy práctica, ya que la organización apostó por el desarrollo de talleres complementarios destinados a conocer cómo se muele el trigo, así como la elaboración del mejor pan artesanal y de gofio.

Y así fue. La Jornada de Siega y trilla de Tegueste fue un auténtico éxito y tanto vecinos como visitantes se llevaron en sus memorias un poquito de historia que recuerda de dónde venimos y qué tenemos que defender para que no se pierda nunca.