El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en un documento elaborado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), con motivo de la publicación del Plan de Prevención de Efectos de Altas Temperaturas, recuerda que algunos medicamentos pueden agravar los efectos del golpe de calor, el síndrome de agotamiento-deshidratación.

No obstante, recuerda que "no es posible establecer una relación de causalidad entre la toma de un medicamento y la aparición del golpe de calor". Sin embargo, algunos medicamentos, interaccionan con los mecanismos adaptativos del organismo en caso de temperatura exterior elevada, y pueden contribuir al empeoramiento de estados patológicos graves inducidos por una muy larga o una muy intensa exposición al calor.

Sanidad recuerda que los principales grupos de población en situaciones de calor extremo son los ancianos, los lactantes y los niños, las personas con una afección crónica que requieran medicamentos y las personas dependientes, siendo los ancianos particularmente vulnerables al perder la capacidad de sentir la sed.

En caso de ola de calor, hay que tener especial cuidado con los medicamentos que provocan alteraciones en la hidratación y o trastornos electrolíticos; los medicamentos que pueden afectar la función renal; los medicamentos cuyo perfil farmacocinético puede ser afectado por la deshidratación; y los medicamentos que pueden alterar la termorregulación central o periférica.