El 6 de julio es el día. La celebración del pleno en el que se producirá el reparto de áreas despejará cualquier duda sobre quiénes -o quién- gobernarán en el Cabildo tinerfeño durante los próximos cuatro años. Y, al mismo tiempo, supondrá el arranque de un mandato en el que el anillo insular y los hospitales del Norte y del Sur se sitúan entre los grandes retos.

El cierre de esta infraestructura viaria fue uno de los elementos claves de la campaña del ahora presidente insular, Carlos Alonso. No en vano, el nacionalista llegó a proponer un pacto preelectoral para que las diferentes fuerzas se sumasen al trabajo para que la obra sea declarada de interés general del Estado. Pero la condición natural para que una carretera obtenga esa categoría, y la consiguiente financiación, es que pase por más de una comunidad autónoma. A eso se une que los tramos que restan tienen un coste de alrededor de 450 millones de euros, para lo que el líder de Coalición Canaria (CC) en el Cabildo se comprometió a ofrecer al Gobierno central un acuerdo de prefinanciación.

No es el único asunto complejo que Coalición y su posible socio tienen por delante. Más demandado aún que las carreteras, la finalización del mapa sanitario de la Isla supone otro gran objetivo. Los llamados "hospitales" comarcales del Norte y del Sur llevan años de espera y retrasos. Al igual que sucede con la sanidad, la mejora de las Urgencias tinerfeñas también aparece recogida en el llamado "Compromiso por Tenerife", el documento con 17 objetivos para la Isla que desde CC extendieron a otros partidos con representación en el Cabildo como paso previo para la firma de un acuerdo de gobierno y donde se citan algunas de estas aspiraciones.

El empleo no es un fin único de la escala insular, pero también está en la lista de grandes prioridades, tal como ocurre en todas las instituciones. En el caso de la Corporación tinerfeña, es precisamente en uno de los proyectos anteriormente mencionados donde se busca una solución. Alonso llegó a prometer durante la campaña 5.300 puestos de trabajo directos a través de un "potente" plan de mejora de las carreteras de la Isla y una inversión de 600 millones de euros. En concreto, estimó que con las obras del anillo insular se generarían 4.000 empleos, mientras que otros 2.000 -1.300 durante los primeros cuatro años- resultarían de un nuevo programa de inversiones en carreteras para el período 2016-2022 que se llevaría a cabo en colaboración con los ayuntamientos.

También con el objetivo de rebajar las elevadas tasas de desempleo, CC refirió antes del 24 de mayo una batería de medidas que ahora tendrá que poner en marcha, tales como la formación en idiomas a través de más becas o la ayuda a los titulados en la búsqueda de trabajo con períodos de prácticas en el extranjero -preferentemente en África-. Estas conectan con el programa Tenerife 2030, a través del que los nacionalistas aseguran que coordinarán las acciones formativas dirigidas a la población más joven y buscarán el fomento de la innovación y el emprendimiento.

Las aspiraciones de futuro son más amplias. Atendiendo a las manifestaciones del presidente insular, la innovación, las políticas de gobierno abierto o la búsqueda de una isla "exterior y ultraconectada" son objetivos centrales. En esa línea, desde CC han anunciado en fechas recientes que trabajan en un cambio en la estructura interna del Cabildo y con el objetivo de adaptar este al nuevo "escenario político de mayor transparencia".

Las modificaciones en materia energética, la ampliación del aeropuerto de Tenerife Sur, el puerto deportivo del Puerto de la Cruz y el desbloqueo de la instalación portuaria de Fonsalía, la reducción del peso del Cabildo en la actividad empresarial, el Circuito del Motor o el inicio de los trenes también son otras de las principales asignaturas para el mandato que comienza y en el que los nacionalistas y sus socios, o los primeros solos, tienen una complicada labor por delante.